OMPRESS-BOLIVIA (18-7-12) Ayer por la noche en la catedral de Trinidad, capital del departamento boliviano de El Beni, se celebraron las exequias en memoria de Mons. Manuel Eguiguren, antiguo obispo auxiliar del Vicariato Apostólico de El Beni, fallecido hace unos días en Vizcaya.
En la celebración presidida por Mons. Julio María Elías, obispo del Vicariato del Beni, participó masivamente la población que guarda un grato recuerdo de una persona que fue misionero, pastor y padre para este vicariato.
Acompañó esta celebración el coro y la orquesta de San Ignacio de Moxos; coro y orquesta de los que fuera en el pasado impulsor y fiel seguidor el obispo emérito Manuel Eguiguren. Mons. Manuel cumplió uno de sus sueños al trabajar e impulsar la escuela de música de Moxos, al reconocer en esos niños y jóvenes el talento artístico que encerraban y que era necesario difundir.
En la homilía de la celebración, Mons. Julio María Elías hizo hincapié en la obra misionera y los frutos que deja y que ahora se observan en cada uno de los miembros de la familia trinitaria: Mons. Manuel siempre acompañó el caminar de esta iglesia trinitaria, atento a sus necesidades y desafíos, al lado de los indígenas y aquella gente que más lo necesitaba. Al concluir la misa, la orquesta y coro de Moxos dedicó una canción típica de la región vasca de España, lugar de origen de Mons. Manuel Eguiguren.
Antonio Puerta, amigo cercano de Mons. Eguiguren dedicó un recuerdo especial para él, destacando el carisma misionero que tuvo siempre a lo largo de su vida, además del aprecio y preocupación por la situación de los indígenas y las mujeres de la región, niños de la calle y presos. “Le gustaba compartir con los amigos” – recordaba Antonio Puerta, “y conversábamos sobre temas de ciclismo, arte y música pero también le preocupaba la situación social que vivíamos en el país en atención a ese carisma franciscano que tenía”.
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