La Universidad Pontificia Comillas (UPC) ha emitido un comunicado haciendo balance de la situación que está viviendo la Cañada Real.
Tal y como viene denunciando ECCLESIA, el asentamiento lleva meses con problemas en los sectores 5 y 6 en lo que a suministro de electricidad se refiere. Durante la borrasca Filomena, fueron muchas las familias que se vieron abocadas a solicitar a la parroquia de Santo Domingo de la Calzada combustible para poder calentarse ante las bajas temperaturas. «La vulneración de derechos básicos como el derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, el derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud o el derecho a una vivienda digna son problemas estructurales que se han extendido durante décadas», reza el comunicado.
Cerca de 4.500 personas, entre ellos unos 1.800 niños, viven en una situación de miserabilidad que con el transcurso de las semanas no termina de resolverse. Multitud de organizaciones e instituciones -entre ellas Save the Children, UNICEF y nueve relatores especiales de Naciones Unidas- han denunciado la precariedad de medios de centenares de familias en la Cañada Real.
La Universidad Pontificia Comillas, a través del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, el Instituto Universitario de la Familia, la Cátedra Santander de los Derechos del Niño y la Clínica Jurídica ICADE, considera que una situación de grave vulneración de derechos como la que están sufriendo los habitantes de la barriada debe recibir respuestas inmediatas y estables.
Y estas respuestas, continua la UPC, atañen a las Administraciones Públicas de todos los niveles -estatal, autonómico y local-, que deben alinearse en la construcción de soluciones que pongan a las personas y su dignidad en el centro. También ha querido señalar a a «las empresas más directamente involucradas» y a la «sociedad civil; con sus diversas organizaciones e instituciones».
