Unidos por la esperanza, el Perú que espera al Papa Francisco, por María Elena Rojas Orellana
Han pasado casi 30 años desde que el Perú recibió por primera vez la visita de un pontífice. Era 1985 cuando Juan Pablo II aterrizó en tierras peruanas para visitar Lima, Arequipa, Cusco, Ayacucho, Piura, Trujillo e Iquitos. El Papa Peregrino llegó en un tiempo crítico para el país, los peruanos padecían el flagelo del terrorismo y sus palabras en los encuentros multitudinarios que se realizaron en cada ciudad dieron consuelo y aliento a los millones de personas que se congregaron en cada manifestación para verlo y escucharlo.
De su primer paso por suelo peruano quedó bien grabado el llamado que hizo en Ayacucho a los terroristas para no destruir la vida de sus hermanos, exhortándolos a dejar las armas y a buscar caminos de paz. También quedó en la memoria el discurso pronunciado en los arenales de Villa El Salvador, un pueblo joven ubicado al sur de Lima, donde precisamente miles de familias provenientes del interior del país se refugiaron huyendo de la violencia terrorista de aquel tiempo.
Tres años más tarde Juan Pablo II volvió a visitar el Perú, esta vez su paso estuvo unido a la celebración del V Congreso Eucarístico Mariano de los países bolivarianos. El Papa Santo mantuvo diversos encuentros con el clero, los obispos, los jóvenes y los laicos del mundo de la cultura y la empresa en la capital peruana, renovando su llamado a confiar y a volver el rostro a Cristo.
Luego de tres décadas los peruanos volverán a recibir al Vicario de Cristo, esta vez el Papa Francisco. Serán los hijos, los nietos, los huérfanos -de todos los que partieron a causa de la ola de violencia que marcó al Perú- los que acogerán al Santo Padre. Una generación distinta afectada por otros males pero que a pesar de las dificultades sigue creyendo y trabajando por un Perú más justo, sin corrupción, sin violencia y sin pobreza.
Unidos por la esperanza
Bajo el lema: Unidos por la esperanza, la próxima visita papal ha impregnado todo el quehacer pastoral de la Iglesia peruana. Múltiples materiales han sido preparados y entregados en todas la diócesis para profundizar en la figura y magisterio del papa latinoamericano. Los encuentros y actividades pastorales tienen también este propósito la preparación hacia los días que el pueblo peruano vivirá con el sucesor de Pedro.
El himno oficial de la visita “Con Francisco a caminar” fue elegido entre más de 100 canciones provenientes de todos los rincones del Perú. Los hermanos, Elizabeth y Miguel Quiñones, catequistas en la parroquia La Buena Nueva del distrito de San Juan de Lurigancho, que hace parte de la diócesis de Chosica, plasmaron entre guitarras, cajón y quenas; la nobleza, valentía y esperanza de los peruanos que esperan recibir en enero de 2018 al sumo pontífice.
Para el secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana y coordinador de la visita papal, monseñor Norberto Strotmann Hoppe, la Iglesia quiere que la llegada del Santo Padre dé nuevos aires de unidad y de esperanza al país. “Que sea un tiempo para renovar nuestro compromiso con el pueblo del Perú delante de Dios y buscar juntos con nueva energía un nuevo futuro”, dijo el obispo al hablar sobre los preparativos de la visita. Un deseo manifestado también por todos los obispos en su carta pastoral de agosto donde invitaron al pueblo peruano a disponer el corazón para vivir este momento. Así entregaron una oración elaborada en español así como en quechua, ashéninka, lenguaje de señas y sistema braille.
Como ya se conoce, el papa Francisco llegará al Perú proveniente de Chile, el jueves 18 de enero a las 17:20. El gobierno peruano y la conferencia episcopal coordinan detalles sobre la bienvenida que recibirá el Santo Padre tras su aterrizaje en el aeropuerto internacional Jorge Chávez. Toda la seguridad para esos días está a cargo de la Policía Nacional del Perú, que ha previsto que unos 25 mil policías velen por la seguridad del Papa en la capital, otros 6 mil en Trujillo y cerca de 2.500 en Puerto Maldonado. Aunque aun no se ha precisado el recorrido que el Papa realizará, en papamóvil, desde el aeropuerto hasta la sede de la Nunciatura Apostólica, ubicada en un céntrico distrito limeño, es seguro que la alegría de los peruanos se dejará sentir en las calles de una parte de la provincia constitucional del Callao y en las calles de la capital peruana.
Tras pernoctar en Lima, el Papa cumplirá una agenda desde las primeras horas del viernes 19 de enero. Primero, saludará a las autoridades y miembros del cuerpo diplomático en el patio de honor del Palacio de Gobierno y después hará una visita de cortesía al presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski y su familia, en el salón de los embajadores del mismo palacio. Tras estos actos protocolares Francisco partirá hacia Puerto Maldonado, donde su llegada al aeropuerto “Padre Aldamiz” está prevista a las 11:45.
De Europa a la Amazonia peruana
Puerto Maldonado, ubicado en el sudeste del Perú es la capital de la región Madre de Dios. Eclesiásticamente, este vicariato apostólico, uno de los 8 existentes en el país, resulta aún más amplio y comprende algunos distritos y provincias de los departamentos de Cusco, Ucayalí.
El Madre de Dios, es una tierra de misión que la familia dominica conoce bien y donde está presente desde hace más de 100 años. Sus esfuerzos por la educación y por mejorar la salud de los niños y mujeres en este amplísimo territorio de población mayormente de origen nativo saltan a luz junto a la formación de comunidades cristianas y su acompañamiento y asistencia a los más desprovistos. En esta superficie conviven diversos pueblos indígenas, pueblos que hoy luchan por sobrevivir ante la deforestación, la contaminación de sus ríos debido a la extracción de petróleo y la minería ilegal. Sus pobladores también afrontan la violencia hacia los niños y las mujeres además de la trata de personas. El obispo David Martinez Aguirre ve en esta visita un acto concreto de cercanía a los pueblos nativos, marginados tantas veces por las autoridades y la propia población de las grandes ciudades. En sus palabras la visita papal “sube la autoestima” y es un modo de visibilizar a los pueblos originarios del Perú.
Aquí donde se encuentra una de las reservas naturales más importantes de la selva peruana “El Manu”, el Papa vivirá un encuentro con los pueblos amazónicos: asháninkas, yaneshas, nomatsiguengas; eseejas, harakmbut, machiguengas, yines, nahuas; aguarunas, matsés, awajún, wampis, huitotos, entre otros provenientes de las jurisdicciones vecinas. También estarán presentes pueblos y grupos étnicos del Brasil y Bolivia. Todos se congregarán en el coliseo regional Madre de Dios.
El papa también se encontrará con la población en la explanada del Instituto Jorge Basadre. En este punto voluntarios, jóvenes que conformarán la guardia del Papa y familias que albergarán a los peregrinos cumplirán un rol importante pero sobretodo mostrarán como decía santa Teresa de Calcuta que nadie es tan pobre que no tenga algo que dar.
Más adelante el papa Francisco se dirigirá hacia la casa hogar El Principito, un lugar que busca precisamente devolver a las niñas, niños y adolescentes, el hogar que perdieron al ser víctimas de maltrato, abandono y explotación. Menores de las casas hogares de Santa Martha, Señor de los Milagros y de otras residencias indígenas de la ciudad también participarán en este encuentro .
Luego de permanecer 6 horas en Puerto Maldonado el Papa regresará a Lima y concluirá la jornada con un reunión con los miembros de la compañía de Jesús en la iglesia San Pedro ubicada en pleno centro de capital.
Trujillo, fe y devoción
Francisco dejará la capital peruana el sábado 20 de enero por la mañana para trasladarse al norte peruano, hacia Trujillo donde será recibido al son de La Marinera, uno de los bailes más representativos de la región y del país. 60 parejas ejecutarán el baile que tocará la Banda de la Policía Nacional del Perú, así también numerosos chalanes en sus caballos de paso saludarán al pontífice durante su recorrido hacia la explanada de la playa de Huanchaco donde celebrará una multitudinaria Misa. Según las previsiones casi 1 millón de personas acudirán al evento y unos 15 mil jóvenes conformarán la guardia papal.
El arzobispo de esta ciudad, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte ha señalado que la celebración será una muestra de la fuerte religiosidad popular existente en la región. Serán más de 7 imágenes las que estarán presentes en esta Misa: la Inmaculada Virgen de la Puerta de Otuzco, la Virgen de la Candelaria del Socorro de Huanchaco, la Virgen de las Mercedes de Paita (Piura), el Divino Niño del Milagro de Eten (Lambayeque), la Virgen Dolorosa de Cajamarca, Virgen de la Asunción de Cutervo, la Santísima Cruz de Chalpón de Motupe y Nuestra Señora de Guadalupe de la provincia de Pacasmayo.
A las veneradas imagenes se sumará la presencia de las reliquias de los sacerdotes mártires y nuevos beatos del Perú: Miguel Tomaszek, Zbigniew Strzałkowski y Alessandro Dordi, asesinados en los años de violencia terrorista.
Tras concluir esta gran celebración, el Papa recorrerá el barrio de Buenos Aires, en papamóvil, según indica el programa de la Santa Sede. La llegada de Francisco hasta este lugar será el abrazo a todos los afectados por el fenómeno de El Niño Costero que en marzo de este año causó repetidos huaicos e inundaciones dejando sin vivienda a miles de familias ocasionando la muerte de 75 personas además del colapso de los servicios de agua y luz en amplias zonas de la región.
Una breve visita a la Catedral de esta ciudad será la antesala al encuentro con los sacerdotes, religiosos y seminaristas provenientes de las jurisdicciones del norte del Perú: Piura, Tumbes, Chiclayo, Chimbote, Huamachuco. Ya por la tarde el Papa presidirá una celebración mariana a los pies de la venerada imagen de la Virgen de la Puerta de Otuzco en la plaza de Armas de la ciudad para luego retornar a Lima.
Lima, una fiesta
La Iglesia en Lima se prepara con gran entusiasmo para recibir al papa Francisco, desde el anuncio de la visita miles de fieles se vienen movilizando en sus parroquias para acoger al Santo Padre. En palabras de su arzobispo, el cardenal Juan Luis Cipriani, los jóvenes serán los protagonistas de esta acogida porque ellos “son la esperanza de este viaje”. No en vano unos 35 mil jóvenes provenientes de la arquidiócesis y las diócesis vecinas conformarán la guardia papal durante la visita.
La última jornada que el Papa vivirá en el Perú, el domingo 21 de enero, comenzará en el Santuario del Señor de los Milagros, ubicado en el centro de la ciudad, en este recinto rezará juntos a las religiosas de vida contemplativa. Más tarde y unas calles más allá, en la Catedral de Lima, rezará ante las reliquias de los santos peruanos: Santa Rosa de Lima, San Martin de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo, San Juan Macías y San Francisco Solano.
Después sostendrá un encuentro con los obispos del Perú en el palacio arzobispal y a las 12 rezará el Ángelus en la Plaza de Armas, aquí saludará a los jóvenes que se concentren en la plaza y luego se dirigirá a la Nunciatura Apostólica para almorzar con el séquito papal.
A las 16:15 se trasladará a la Base Aérea “Las Palmas” para celebrar la Santa Misa, una fiesta de fe para la que se estima la participación de más de 1 millón de personas. En la multitudinaria ceremonia estará presente la imagen del Señor de Los Milagros, una de las devociones más arraigadas de en todo el territorio nacional y muy querida por el Santo Padre. Este será probablemente el momento donde Francisco recibirá el mayor baño de multitudes antes de subir al avión que lo llevará de regreso a Roma a las 18:30.
El estilo de Francisco
A pedido del propio papa Francisco su visita al Perú estará enmarcada en la austeridad y sencillez, así lo han recordado los coordinadores de la visita pues el deseo del Santo Padre es que las obras que se ejecuten sirvan al pueblo peruano y que no se realicen solo para la ocasión.
María Elena Rojas Orellana
