Esta semana nos centramos en el proceso sinodal al que estamos invitados todos. Los días 9 y 10 de octubre el Papa Francisco inaugurará en Roma este camino y cada diócesis del mundo tendrá una celebración el 17 de octubre. Para profundizar más en este camino y en la sinodalidad nuestra directora, Silvia Rozas FI, ha conversado con monseñor Luis Marín de San Martín, OSA, subsecretario del Sínodo:
- «En el camino sinodal lo más importante es el proceso, porque es ya resultado»
- «El Sínodo de los Obispos es un modo de concretar la sinodalidad propia de los obispos. Para su discernimiento el obispo tiene que haber consultado, orado, reflexionado, hablado con su pueblo»
- «La escucha tiene que hacerse desde abajo, si se hace desde arriba no funciona. Como dice el Papa: que el proceso de escucha sea real y verdadero, de todo el Pueblo de Dios. Y hay que escuchar a todos, no a una élite, sea clerical o de laicos. No. Cuantos más mejor, y también escuchar a los que están en los márgenes. No se trata de cumplir un expediente sino que participen los más posibles»
Número 4.090
Además:
- «Hacia un “nosotros” cada vez más grande», mensaje de los Obispos para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021
- «No hay un ellos. Hay un nosotros». Presentación de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021
- Toma de posesión de José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín
- Entrevista a Jesús García, fundador del proyecto Gospa Arts y director de Medjugorje: «La gente no está en las iglesias, está en las pantallas», por Sara de la Torre
- Repor: Los ángeles de las residencias, por Eduardo Rodríguez
- Documentación
- Claves vaticanas, por Ángeles Conde
- Inmigración en EE.UU., una de cal y otra de arena, por José Ignacio Rivarés
- Filipinas, país de impunidad, por J.I.R.
- Y más…
En clave de Sínodo. Todos en la misma clave. Nuestro servicio en la Iglesia consiste en crear una melodía, cada uno con su nota musical. Como en una orquesta en la que cada uno toca un instrumento diferente, así nosotros queremos que las notas y los silencios se acompasen de manera que seamos melodía de Dios. Este proceso sinodal que se inaugura en octubre no busca que una nota esté por encima de otra sino que todas, en la misma partitura, regalen armonía y «unidad pluriforme». En este contexto, desde la corchea más ínfima hasta la redonda más larga, tienen que sonar con la misma fuerza. El eco que resuene será el de la comunión, la participación y la misión. A veces, el Espíritu habla en las minorías, por eso hay que estar en sintonía para poder escucharlo desde el corazón.
