El número de ECCLESIA de esta semana ofrece la carta que el Papa Francisco ha enviado al cardenal Marx indicándole que no acepta su renuncia como arzobispo de Múnich y Frisinga. Somos invitados a reflexionarla, a caer en la cuenta de lo que nos dice a cada uno y de la actitud de humildad y conversión que destacamos en la portada y en el editorial. Además, esta semana, nuestro colaborador Carlos González se ha sumergido en el Año Santo Guadalupense y nos ofrece testimonios tan impactantes como el de Ángela Lucido (El Casar de Cáceres). Tiene 100 años y confiesa: «Desde hace 60 años que me vine a vivir a Toledo, no he faltado ni uno solo para ver a mi Virgencita de Guadalupe. 60 seguidos, sin faltar uno, ¡y tengo ya 100!».
Número 4.080
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Yo pecador. Esta es la actitud de todo cristiano: reconocer la debilidad que sufrimos y hacemos sufrir a otros. En la carta que el Papa le envía al cardenal Marx indicándole que no le acepta la renuncia como arzobispo, recuerda a toda la Iglesia que debemos curar nuestras heridas desde la conversión y la humildad, y encontrar un nuevo equilibrio. Porque no nos salvan las estructuras ni nos salva la psicología ni la sociología (aunque todo sea útil y necesario)… quien nos salva es el Señor. Qué buena manera de comenzar el camino sinodal que reconocernos pecadores, estar dispuestos a asumir el mal que hemos cometido y poner remedio para caminar juntos. Es tiempo del despojo de nuestras ideas preconcebidas y de los sueños de grandeza para hacer juntos un peregrinaje interior.
