A los peregrinos y visitantes de habla inglesa, el Pontífice ha dicho que el Evangelio de la liturgia de hoy nos impulsa a todos a una “mayor armonía entre la fe que atesoramos en nuestro corazón y nuestro comportamiento exterior”. “Por la gracia de Dios, podemos ser purificados por dentro y por fuera, para vivir integralmente nuestro compromiso con Cristo y su mensaje”.
El Papa ha proseguido hablando del Evangelio de este domingo también a los fieles de lengua alemana presentes en Castel Gandolfo. “En el evangelio de hoy -ha dicho el Santo Padre- Cristo habla de la verdadera pureza de corazón. No se trata de apariencias, sino de la pureza profunda, interior. Y ésta comienza en nuestras mentes. Las bienaventuranzas del Señor nos muestran el camino de la justicia para abrirnos a la gozosa comunión con Dios”.
Benedicto XVI ha dado la bienvenida, seguidamente, a los numerosos fieles y peregrinos polacos que llenan siempre el patio del palacio Pontificio de Castel Gandolfo. El Papa ha recordado que a partir del lunes, los jóvenes comienzan el nuevo año escolar y un nuevo año catequético. “Pido a Dios la luz del Espíritu Santo y los dones necesarios para todos los alumnos y estudiantes, así como para todos aquellos comprometidos en el estudio para que sea para ellos un momento de crecimiento en sabiduría y en la gracia delante de Dios y de los hombres”.
Y por último, el Papa ha dirigido un cordial saludo a los peregrinos de lengua italiana, en particular a los fieles de Aprilia y a los chicos de algunas parroquias de la diócesis de Verona y Vicenza. Ha saludado también a un grupo de cónyuges que están celebrando 25 años de matrimonio. A todos les ha deseado un feliz domingo. (ER – RV)

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