Que España avance, desde sus ricos valores, en la solidaridad y el justo progreso
Al termino de mi viaje apostólico a España con ocasión de la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, deseo renovar mi sentido gratitud a Vuestra Majestad, a la Reina y a los demás miembros de la Familia Real, y a las autoridades así como a los pastores y fieles de este noble país por las innumerables muestras de afecto que me han dispensado durante mi permanencia en estas benditas tierras.
Con estos sentimientos, encomiendo fervientemente a todos los españoles a la intercesión de la Virgen María y de Santiago Apóstol para que, en consonancia con su rico patrimonio de valores humanos y cristianos, avance en por los caminos de la solidaridad y el justo progreso, a la vez que les imparto de corazón una especial bendición apostólica prenda de copiosas gracias celestiales.
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