El obispo electo de Rumbek, el misionero italiano Christian Carlassare, ha sido trasladado a Juba, la capital de Sudán del Sur, para recibir asistencia médica tras ser tiroteado en la noche del 25 al 26 de abril por dos hombres armados que se colaron en su residencia. Desde ahí será trasladado más adelante a Nairobi, la capital de Kenia, para continuar allí su recuperación. El prelado, indican desde el terreno, está fuera de peligro, aunque perdió mucha sangre. Tuvo que ser operado de urgencia tras recibir al menos tres disparos en las piernas. Su grupo sanguíneo es poco frecuente —donantes universales, los 0 negativos como él solo pueden recibir transfusiones de otros 0 negativos—, lo cual complicó su asistencia. Según han relatado testigos presenciales, un sacerdote que trató de impedir que los agresores llegaran al obispo también fue tiroteado, aunque las balas no llegaron a alcanzarle. Fue el propio obispo electo el que, consciente y sereno, llamó a los Combonianos de Italia para informar de lo acaecido, según informa la revista Nigrizia. «Rezad no tanto por mí, como por la gente de Rumbek que sufre más que yo», les dijo.
Los hechos acaecieron en torno a las doce y media de la madrugada, hora local. Los dos agresores, refiere la agencia Fides, iban a por él. «Según las primeras noticias, el atentado parece planeado aparentemente para asustarle y que no sea consagrado obispo», explican las fuentes consultadas por la publicación de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Las de Nigrizia, publicación de los Combonianos, lo confirman. Está claro que detrás del atentado hay un claro mensaje: el de que «alguien no lo quiere aquí y que no debe ser consagrado obispo».
Solo 43 años
El P. Carlassare fue nombrado obispo de Rumbek el pasado 8 de marzo, convirtiéndose a sus 43 años en el obispo italiano más joven del mundo. Su consagración episcopal estaba prevista para el próximo 23 de mayo, domingo de Pentecostés.
Procedente de Malakal, un territorio del Estado del Alto Nilo donde predomina la etnia nuer, había llegado a Rumbek el 16 de abril, siendo recibido con un rito de bienvenida dinka, la etnia mayoritaria en esta zona del Estado de los Lagos. Se especula con la posibilidad de que el atentado obedezca precisamente a las disputas interétnicas y que sus autores lo hayan cometido por no aceptar al nuevo pastor, que ha trabajado antes durante quince años con la comunidad rival. Rumbek es una diócesis muy joven —fue erigida en 1975— y anteriormente estuvo encomendada también a otro misionero comboniano italiano, el P. Cesare Mazzolari, fallecido en 2011, poco después de la independencia de Sudán del Sur, quien es considerado «el padre del pueblo».
En una entrevista concedida recientemente a Nigrizia, monseñor Carlassare afirmaba: «Sueño que los jóvenes de Sudán del Sur puedan realizar sus sueños, que no se vean obligados a tomar las armas ni a salir del país, que puedan estudiar y encontrar un trabajo que construye un futuro y le da estabilidad al país. Sueño que las jóvenes de Sudán del Sur puedan emanciparse y no depender totalmente de sus jefes de familia y que puedan tomar sus propias decisiones en libertad».
En Rumbek viven 1,8 millones de personas. Aproximadamente un millón de ellas son cristianas: 800.000 protestantes y 200.000 católicas.
