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“Si pudiera volver atrás, muchas cosas las haría de distinta manera”. Conversaciones con Jorge Fernández Díaz (II)

“Si pudiera volver atrás, muchas cosas las haría de distinta manera”. Conversaciones con Jorge Fernández Díaz (II)

Jorge Fernández Díaz, ex ministro de Interior de España

 

En la primera parte (ver a pie de página -1) de esta conversación con el exministro de Interior de España Jorge Fernández Díaz acabábamos abordando el tema del que a menudo se ocupa la literatura fantástica, del viaje al pasado para cambiar algunas cosas que querríamos haber hecho de otra manera. Y continuamos en lo que duró su cortado con hielo y mi agua tónica hablando de libertad religiosa como derecho fundamental en un Estado de derecho, de la perversa ideología de género, utilizando palabras de Papa Francisco, como ideología totalitaria (ver referencias a pie de página -2) y de la posibilidad, o no, de un código global de valores morales aceptado planetariamente.

Jordi Picazo

“Un cristiano tiene obligación de involucrarse en la política”: Papa Francisco

JFD -Y como te vengo diciendo, no solamente Juan Pablo II y Benedicto XVI, sino más recientemente el mismo papa Francisco nos lo recuerda claramente, y constantemente, (ver aquí YouTube -3 minutos): cuando habla del problema del dios dinero, o el descarte de los no nacidos o de los mayores, y señala que “un Cristiano laico debe trabajar por el bien común, dar lo mejor de ti, y si [Dios] te llama con la vocación, venga, haz política, ¡adelante!, te hará sufrir, pero incluso pecar, pero el Señor está contigo, te perdonará y te dirá, ‘¡sigue adelante!’”, o cuando dice que “involucrarse en la política es una obligación para un cristiano (…), no podemos como Pilatos lavarnos las manos, (…) es una forma excelsa de la Caridad (ver YouTube aquí -2 minutos)”.

 

“Tengo conciencia en mi vida de cosas que ahora haría de otra manera”

JP -Si pudiera volver atrás, ¿cambiaría alguna cosa?

JFD -Dicen que rectificar es de sabios, y yo no me considero sabio. Pero sí lo suficiente para no pensar que cometemos errores continuamente.

JPEl cine nos enseña a reflexionar, además de historia. Meta historia, tal vez. En la película de Michael Bay “Pearl Harbor”, tras el exitoso destrozo de Pearl Harbor el general japonés responde a la alabanza de sus coroneles de “es usted un hombre sabio”, con “si fuera un hombre sabio, habría sabido cómo evitar la guerra”.

JFD -Una buena reflexión. El objetivo del hombre, varones y mujeres, seres humanos, no debe ser pretender no caer en ningún momento de nuestro proyecto vital, de nuestro trayecto vital; esto sería absurdo. Creo que de lo que se trata no es de no caer nunca, sino de levantarnos siempre que caemos, de rectificar, de comenzar y recomenzar continuamente.

¿Qué hubiera hecho de distinta manera, me preguntas? Pues muchas cosas. Pero también creo que en este momento tampoco me lleva a mucho mirar atrás, si no es con el ánimo de aprender; de aprender continuamente: para que en lo que me queda por delante de camino de vida procure no cometer esos errores de nuevo, los errores que cometí en el pasado. Y sobre todo y ante todo, tener plena conciencia de que el tiempo es un bien limitado, un bien escaso y que conviene administrarlo con rigor. Y esto significa priorizar: dedicar tiempo a lo importante, y dedicarle menos tiempo a lo menos importante, ¿no?

 

JP -No es posible cambiar el pasado, como a veces se ve en el cine. Recordamos muy bien la película “Dejà Vue” con Denzel Washington, o “Qué Bello es Vivir”, con James Steward.  Pero a lo mejor si no hubiéramos hecho lo que hicimos Dios no había cumplido sus planes con nuestra torpeza, o con nuestro buen hacer. Es curioso, que nunca sabremos hasta el final qué ha pasado. Leyendo el prólogo de Churchill a su propia obra “Memorias de la segunda guerra mundial”, la que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1953, ya al principio me quedé hecho polvo, ¡incluso lloré! ¡Lloré leyendo el prólogo de Churchill! [No puedo evitar reírme] Donde con una humildad aplastante, pienso yo, de hombre de Estado… pero con una humildad que le lleva a decir que a veces cometemos errores cuando hemos querido con todas nuestras fuerzas hacer las cosas bien, viene a decir que incluso no debemos a veces pedir perdón ni en frío; que en ocasiones lo que hicimos y rectificaríamos ahora es lo que en ese momento había que hacer eso y sólo la historia te enseña más tarde. El papa Francisco habla mucho de la hermenéutica propia de cada tiempo y de que no es posible juzgar una época con la hermenéutica de otra… 

“El domingo por la noche todo el mundo acierta la quiniela”

JFD -Sin duda, por supuesto, pero el domingo por la noche todo el mundo acierta la quiniela. A toro pasado todo el mundo comenta cómo habría que haber hecho la lidia, ¿no? En la vida el curso de río no vuelve hacia atrás. El tiempo fluye, tampoco vuelve hacia atrás. Por eso digo que sólo hay que mirar hacia atrás desde esta perspectiva: para aprender de nuestros errores y procurar no cometerlos de nuevo en el futuro.

Pero no podemos pretender hacerlo todo después de, o solo porque lo hayamos pensado bien, porque hayamos evaluado todas las circunstancias que concurren en el caso; por así acertar con mucha seguridad o con la máxima seguridad posible en el diagnóstico de la situación, y en consecuencia aplicar la solución, la terapia adecuada. Pretender funcionar así es no tener presente que somos seres libres, y somos limitados y por tanto no somos dioses. Por tanto nos equivocamos. Pero es que la historia del hombre no es acertar siempre: la historia del hombre es comenzar y recomenzar, caerse y volverse a levantar. Esa es la historia del hombre.

Aplicada a mi vida en particular… pues te digo que yo tengo conciencia, y creo que bastante ajustada de cosas de mi vida pasada en el ámbito público y en el ámbito privado, que desde luego ahora volvería a hacer de otra manera.

JP -¿Ejemplos?

JFD -Desde decisiones de mi responsabilidad pública, política y por tanto decisiones mías,  a decisiones también mías que afectan a mi vida privada y lógicamente a mi entorno. Algunas cosas que hice no las volvería a hacer de esa manera, o no las haría, simplemente.

JP -Pienso que fundamentalmente que nos hacen falta dos cosas: una rectitud de intención

JFD -[Interrumpe] Eso es lo fundamental.

JP -Segunda, aptitud. Porque si eres inepto, si uno es inepto, por mucha rectitud que tenga la va a, por decirlo fino, fastidiar. Si no se tiene rectitud de intención se es simplemente un corrupto.

JFD -Bueno, así es. Evidentemente hay que tener la conciencia bien formada, e intentar decidir en función del bien común. Por tanto actuar con rectitud de intención partiendo de la base que has hecho todo lo humanamente posible para tener tu conciencia bien formada. Pero claro, eso de rectitud de intención es un concepto muy subjetivo. Uno puede creer que tiene la conciencia recta, como se dice coloquialmente conciencia, interpretado como “actuar en conciencia”, actuar con rectitud de intención. Y sin embargo para esa persona tan mal formada actuar en conciencia significa actuar en dirección equivocada. Y así actuará no por el bien común sino por el mal común. Habrá pues que tener rectitud de intención y competencia. Que una persona bien formada pero incompetente es un desastre; y una persona mal formada y competente es un tirano.

Terror a la libertad religiosa

JP -Hemos hablado de la Política como servicio cristiano y persecución del bien común, del buen uso del tiempo y rectificar el rumbo constantemente, y quiero seguir en la línea de una de las libertades fundamentales, la libertad religiosa. Las convicciones religiosas vemos que mueven las acciones de las personas. En mi opinión como periodista, como observador, como ciudadano de Cataluña, constato que  se tiene terror a la libertad religiosa, a mi modo de ver. Solo quiero apuntar el caso reciente de tres sacerdotes, dos de los cuales son acusados de ser, y ya resulta curioso que los dos adjetivos vayan juntos, “españolistas” y “antiabortistas”.

 

Uno de ellos fue apartado por el Obispado para evitar más problemas y el otro, obispo, tuvo que ser escoltado por citar al Papa Francisco en una misa. Pienso que los que le reprendieron desde la Generalitat, que con socarronería se han reído pero no son conscientes de que han censurado el documento estrella de Francisco, “Amoris Laetitia” (ver más en artículo a pie de página). También evitan censurarle en nombre de la libertad religiosa. Lo califican de uso, aunque inadecuado, de la libertad de expresión e ideológica “por parte de esa persona” [el obispo].

JFD -Por supuesto, no tengo ninguna duda al respecto. Pero no, terror no, ningún terror. Cualquiera que conozca mínimamente Catalunya y vea cómo está actuando la Generalitat se dará cuenta de que la cuestión de fondo es que hay intolerancia hacia la libertad religiosa; y no solamente a la libertad religiosa: a otras libertades también, ¿eh? Como a las libertades de expresión e incluso a la libertad política. Porque por desgracia en Cataluña estamos viviendo unos momentos que evocan tiempos pretéritos, que no quisiéramos que se estuvieran reproduciendo. Y evidentemente que el ámbito de la religión no es una excepción.

Lo que le ha pasado al obispo Novell encaja en este ámbito, y si se quiere también, desde otro foco, la historia del párroco de la iglesia parroquial de la Inmaculada en Hospitalet de Llobregat. Y lo grave es que se está produciendo con poca respuesta, por no decir nula respuesta social. Y desde luego sin respuesta institucional.

Podría parecer incluso que es una muestra de tolerancia y de respeto el que no se inste a la Fiscalía a abrir diligencias para tipificar como delito de odio el ataque y censura a un obispo o un párroco a la hora de exponer la doctrina moral de la Iglesia Católica en España. A nadie se le obliga a ser católico, pero conviene recordar que el artículo 17 de la Carta de Derechos Humanos Reconoce la libertad religiosa, y lógicamente la libertad de practicar el culto en todas sus dimensiones: también en el espacio público.

JP -También a enseñar. Atacan así no sólo a la doctrina católica si no el Islam, el judaísmo y sectores cristianos protestantes que piensan lo mismo sobre el tema. Pienso que en la figura que se prevé de República catalana se prevén también unas leyes restrictivas de la libertad religiosa que den una vía ancha al laicismo agresivo reduccionista y represivo, el que más en Europa, parece a todas luces.

 JFD -Cuando antes he dicho en todas sus dimensiones, evidentemente en el caso de la religión católica hay que tener en cuenta lo que dijo el Señor al ascender a los cielos: “id al mundo entero y predicad el evangelio”.  Y si el evangelio de Jesucristo no coincide con algunas políticas actuales, pues mire usted, forma parte de la libertad religiosa. No se va a adaptar el evangelio de Jesucristo a lo que en estos momentos quiera este o aquel político, ¿no? Simplemente el obispo citó al Papa Francisco en “Amoris Laetitia”.

Más allá de que pueda parecer adecuada o no la manera de exponer el párroco sus ideas desde el ambón durante la misa -pues se ha referido a las relaciones homosexuales reflexionando sobre que constituyen un pecado-, y más allá de lo que uno opine lo que es evidente es que nadie se había atrevido a ir tan lejos en esa agresión.  Lo que haya dicho con mejor o menor fortuna desde el punto de vista de la exposición, que eso ya es opinable, no autoriza a atacar la doctrina oficial de la Iglesia; atacan la doctrina moral de la Iglesia y se la intenta silenciar con relativo éxito en algún caso;  pero en cualquier caso ya queda latente la amenaza de que si reincides, las consecuencias pueden ser más graves. Se viola además toda la tradición de miles de años, toda la doctrina consuetudinaria al respecto Y no tiene visos de que esto vaya a menos sino todo lo contrario.

Vulneración de derechos humanos y la constitución de un Estado de Derecho

JFD -Pero como te decía antes, no es miedo. ¡Qué van a tener miedo! Esa no es la expresión: simplemente no aceptan la libertad religiosa. La libertad religiosa está consagrada en la Carta de los Derechos Humanos y, conviene recordarlo, está también en nuestra Constitución. Está en el Tratado de la Unión Europea y en todos los códigos internacionales habidos y por haber, además de en los nacionales. Está además en los acuerdos firmados por el Estado español con la Santa Sede, los cuales tienen rango de tratado internacional y por tanto, les podrá gustar la libertad religiosa, o no, lo cual ya les retrata, pero lo que es inaceptable es que desde las instancias públicas se esté intentando minar la libertad religiosa.

Muestra esto además, insisto, una voluntad autoritaria desde instancias públicas que no es compatible con un Estado de Derecho. Para ser socio de la Unión Europea hay que ser un Estado de Derecho. En la Unión Europea no puede existir un Estado en el que no exista libertad religiosa; pero no formalmente o nominalmente solo, sino de facto y de iure, y es evidente que cuando hablamos de libertad religiosa y hablamos de raíces cristianas de Europa no estamos hablando de confesionalismo, ni mucho menos todavía estamos hablando de clericalismo: estamos hablando de libertad.

Ideología de género, no solo perversa, sino totalitaria

JFD -Dicho esto y enlazándolo con el grave incidente contra el obispo católico a instancias de lobbies LGBTI, lo que está claro es que hoy en día la ideología de género se está tratando de imponer en todas las latitudes, como recuerda el Papa Francisco (ver artículo a pie de página -CNN). Y lo que es más preocupante es que no solo se quiera imponer sino que al parecer es la única ideología a la que no se puede criticar: so pretexto de que cometes un delito de odio, la que quieras: la ideología de género, la ideología comunista, la ideología fascista, o una ideología liberal conservadora, o liberal socialista. Faltaría más. La diversidad de opiniones forma parte de una sociedad democrática: la canalización de esa pluralidad y diversidad se realizará a través del pluralismo político.

Te voy a decir una cosa: cuando en 2005 se aprobó en España la ley de uniones de personas del mismo sexoconsiderándolas como matrimonio, yo intervine en esos debates desde la tribuna en el Congreso de los Diputados y defendí una iniciativa legislativa popular apoyada por más de 800.000 firmas, que finalmente no fue admitida a trámite. La defendí porque la cámara solo permite que intervengan Diputados. Y personalmente y en nombre de mi grupo intervine defendiendo su admisión a trámite. Después y con ocasión de esos debates intervine también en sesión parlamentaria, en debates, foros, escribí artículos en diversos medios de comunicación, y firmé el recurso que instó el Grupo Popular ante el Tribunal Constitucional. Por tanto te voy a decir que yo evidentemente no estoy dispuesto a callarme porque solo faltaría que no tuviéramos derecho tampoco a la libertad de nuestras conciencias.

Mi preocupación es que las cosas que entonces se dijeron con absoluta normalidad y naturalidad, con libertad, en estos momentos no pocas de ellas serían tipificadas como delito, o serían denunciadas por presuntamente haber cometido un delito. Es decir, se ha producido una involución en la defensa de las libertades y los derechos.

Una gramática universal de los valores morales

JP -¿Cree posible una “gramática universal” de los valores, la aceptación por parte de todas las personas que habitamos el planeta de un código ético que nadie discuta? 

JFD -Me has planteado nada más y nada menos si existe una gramática universal de los valores morales. Eso no solo es legítimo desearlo sino que sería deseable, valga la redundancia, que fuera real. Ojalá se pudiera conseguir. Una base compartida común de valores, de principios sobre los cuales pudiéramos asentar una convivencia que no estuviera zarandeada en sus fundamentos, que no estuviera al albur de las opiniones cambiantes de la ciudadanía en cada momento. Pero bueno, eso traducido al ámbito de los principios, al final teniendo en cuenta que es muy difícil, teniendo en cuenta que ha habido muchos intentos a lo largo de la historia, vemos que es muy difícil de establecer.

Una ética civil disociada de la religión, de la que sea, es muy difícil; porque esa ética civil necesariamente va a estar siempre condicionada  por la opinión mayoritaria que se expresará mediante una mayoría política parlamentaria en cada momento. Por tanto esa ética civil va a apoyarse en cimientos fluctuantes sino  contemplan una referencia religiosa. Y aquí sí que nos encontramos con un problema fundamental, que es que lógicamente que, existiendo libertad religiosa tú no puedes obligar a nadie como es obvio a profesar una u otra religión, ¡faltaría más!

Esos logros de nuestra civilización verdaderamente son irrenunciables. Por tanto debo concluir que es algo deseable pero me temo que en la medida que somos “viatores” tenemos que seguir trabajando para su consecución. Aun así difícilmente lo vamos a alcanzar, lo cual no quiere decir que no tengamos que mantener incluso si se quiere esa “Utopía”, evocando a Santo Tomás Moro.

JP -Libro, “Utopía”, que utilizaron tanto los socialistas como los capitalistas para defender sus postulados. Es realmente una utopía, y en la hermenéutica cristiana, propio de un estado de ausencia de pecado original, una naturaleza no corrupta, una pasión ordenada.

 JFD -Así es la utopía moreana, sí. Por eso tuvo mucha atracción. Yo recuerdo en el año 2000 una conversación que tuve por los pasillos del Congreso con un dirigente importante de Izquierda Unida, diputado. Y me dijo, cuando Juan Pablo II en el año 2000 proclamó a Santo Tomás Moro patrono de los políticos y los hombres y mujeres de Gobierno, que él se declaraba a sí mismo como ateo, pero reconocía que había sido un acierto la figura de Santo Tomás Moro. Una figura atractiva incluso para los no creyentes. Seguro que el Papa a la hora de proponer a Santo Tomás Moro como nuestro patrono tuvo muy presente las diferentes sensibilidades existentes. Y del mosaico de personalidades que pudieran haber sido elegidas no dejó de ser un gran acierto. Candidatura promovida por miles de políticos del mundo entero, y humildemente te diré que yo fui uno de esos muchos que propuso a Santo Tomás Moro. 

Pilar Rahola: “Si los políticos cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien”

JP -Pilar Rahola admitió públicamente creer “si los políticos cumplieran los 10 mandamientos, iríamos muy bien” (ver artículo a pie de página)… eso se acerca a una gramática universal, una ética global.

JFD -El gran riesgo de esto es caer en un sincretismo religioso: es un peligro  prácticamente insalvable. Una cosa es el  ecumenismo y otra es el sincretismo. Partimos de la base de que la ética tiene que tener fundamentos sólidos para que trascienda. Las diferencias políticas y las diferentes opciones políticas evidencian que aunque eso sería un logro muy deseable y muy fructífero, hoy por hoy yo lo veo muy difícil, sino imposible.

En la siguiente sentada abordamos le tema del tiempo como tesoro y don, las raíces cristianas de Europa, el multiculturalismo, guetos o integración…

Para saber mas:

La política de la santidad: conversaciones con Jorge Fernández Díaz, exministro español de Interior (I), de Jordi Picazo

Papa Francisco pide no enseñar identidad de género en las escuelas, CNN español.

El gobierno catalán censura el magisterio de Francisco sobre familia y afectividad. La Persecución Religiosa (III), de Jordi Picazo

Pilar Rahola: “Si los políticos cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien, de Jordi Picazo



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