Semana del Cenáculo. Invocación al Espíritu Santo
Don de Fortaleza: El don de Fortaleza sostiene la virtud de la Fortaleza: “especial firmeza para resistir y rechazar todos peligros graves”. Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe.
Si en vez de derrumbarnos ante la dificultad y justificarnos en nuestras debilidades cuando caemos, combatimos, no nos arredramos, porque pedimos la gracia del Espíritu Santo, entonces nos sorprenderemos de cómo la fuerza se demuestra en la debilidad, y gustaremos el don de Fortaleza del Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo,
fortalece mi voluntad
para que no decaiga mi fidelidad
al Evangelio, según la llamada recibida.

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