La apertura de curso de los centros académicos de formación de la Diócesis (Centro de Estudios Académicos Mater Dei, Instituto de Ciencias Religiosas, y sección diocesana del Instituto Juan Pablo II) es, según el Obispo, un acto de gran importancia, y en especial este año, ya que estas instituciones “se dedican a la formación de los obreros de la mies”. Ligaba así la actividad de formativa a los grandes ejes pastorales de la Iglesia universal y diocesana: la fe y la misión.
“Para ser obreros en la viña del Señor hemos de profundizar en la condición de discípulos, es decir, alguien que cree de verdad en Cristo el Señor”, argumentaba mons. López Llorente para pedir a los responsables académicos que tengan en cuenta esta condición de base. De lo contario, advertía el Obispo, “la teología se convierte en teoría y la moral en una ética ideologizada que endurece”.
Al final de la homilía de la Eucaristía que abría el curso, el Obispo se felicitó por los siete nuevos seminaristas diocesanos (tres en el Mater Dei y cuatro en el Redemptoris Mater), y manifestó el deseo que el curso próximo también estén presentes los jóvenes del Seminario Menor que durante este año se quiere poner en marcha de nuevo en Segorbe-Castellón.
Fe y razón en Benedicto XVI
En el ámbito estrictamente académico, el profesor de Biblia y sacerdote de Valencia José María Montfort, reflexionó sobre la relación de fe y razón en Benedicto XVI. El ponente explicó, a partir de discursos del Papa incluso antes de su consagración, la teología tiene su fuente en la revelación, la prioridad de la razón en la fe cristiana, que hay un moralismo actual que se aplica a la política y sociedad descuidando la exigencia personal, la consonancia entre filosofía griega y fe bíblica, y el encuentro entre fe, razón y derecho.
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