(De la homilía de Benedicto XVI en la misa de apertura del Sínodo de la Nueva Evangelización y doctorado de la Iglesia de san Juan de Ávila y santa Hildegarda de Bingen, Plaza de San Pedro de Roma, 7 octubre 2012)
Santa Hildegarda de Bilden, importante figura femenina del siglo XII, ofreció una preciosa contribución al crecimiento de la Iglesia de su tiempo, valorizando los dones recibidos de Dios y mostrándose una mujer de viva inteligencia, profunda sensibilidad y reconocida autoridad espiritual.
El Señor la dotó de espíritu profético y de intensa capacidad para discernir los signos de los tiempos. Hildegarda alimentaba un gran amor por la creación, cultivó la medicina, la poesía y la música. Sobre todo conservó siempre un amor grande y fiel por Cristo y su Iglesia.

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