Después de la plegaria mariana, como es habitual, el Santo Padre ha saludado en distintas lenguas a los peregrinos presentes en Castel Gandolfo y les ha bendecido particularmente. Estas han sido las palabras en nuestra lengua:
“Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular al grupo de fieles de la Diócesis de Albacete. En el evangelio de este domingo Jesús se presenta como el «pan de vida» que sacia para siempre. Que nosotros, al recibirlo en la Eucaristía sepamos permanecer en Él y vivir con Él, acercándonos cada vez más a su gracia santificadora. Confiemos a Nuestra Señora, la Virgen María estos propósitos. Muchas gracias”.
Acogiendo a los queridos amigos franceses, el Papa les ha dicho que en el Evangelio de este domingo vemos a una multitud desplazarse para seguir a Jesús. Al igual que ayer, las multitudes de hoy también tienen hambre y sed de comida terrenal y espiritual. Al compartir su Palabra y su Cuerpo, Jesús nos llena y nos satisface. Que la Virgen María les ayude a aceptar este regalo de Dios y les deje transformar, como los Apóstoles en el día de la Transfiguración, con el rostro luminoso de Cristo resucitado!
Seguidamente, el Santo Padre ha dado la bienvenida a todos los peregrinos y visitantes de habla Inglesa. Benedicto XVI les ha asegurado sus oraciones para que su estancia en Roma les ayude a crecer más cerca del Señor. Luego comentando asimismo el Evangelio de hoy: “Yo soy el pan de la vida. Quien venga conmigo y crea en mí no tendrá nunca hambre ni sed”, les ha instado “a poner nuestra fe y nuestra confianza en Cristo y en sus promesas, para que podamos tener una vida en abundancia”.
Con alegría gran alegría, el Pontífice saludó asimismo a todos los peregrinos de lengua alemana presentes en Castel Gandolfo, y especialmente a un grupo de monaguillos de la diócesis de Augsburgo. También con ellos el Papa ha comentado el Evangelio de San Juan. «¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?». Y Jesús responde «La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que Él ha enviado». El Papa ha explicado que “Creer en Cristo Jesús es creer en la manera de alcanzar la salvación. Por la fe, nos encontramos con él, que nos da la vida verdadera y el verdadero deseo del corazón humano. Pongámonos en sus manos.
También para los peregrinos polacos, el Pontífice ha tenido unas palabras de bienvenida y saludo. Tras insistir una vez más en el Evangelio de hoy, les ha recordado que “el tiempo de vacaciones es tiempo de oración”. Y les ha invitado a visitar iglesias y capillas, para adorar y alabar a Cristo, Pan vivo que da sentido a nuestras vidas.
Un cordial saludo, finalmente, el Papa lo ha dirigido a los peregrinos italianos, en particular a los grupos parroquiales, a las familias y a los jóvenes, con un pensamiento especial para los “Scout” de la parroquia María Santísima del Perpetuo Socorro de Palermo. Queridos amigos, les ha dicho, “esforzaos en responder siempre fielmente a la vocación a la santidad, que Cristo ofrece y dirige a cada cristiano”.
(Radio Vaticana)

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