Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a la delegación oficial de España, así como a los pastores y fieles aquí presentes para la canonización de la Madre Carmen Sallés y Barangueras.
Desde el cielo, ella sigue exhortando a todos, pero especialmente a sus hijas, las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, a acoger y meditar fielmente en su corazón la palabra de Dios, llevándola a la práctica con espíritu de servicio, confianza y humildad, a ejemplo de la Inmaculada Virgen María.
Que, ayudados con la intercesión de la nueva Santa, sean cada vez más quienes anuncien y den testimonio con valentía del Evangelio de Jesucristo, sobre todo entre los jóvenes. Feliz domingo.

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