“Me uno de corazón al llamamiento de los Obispos de Nigeria para la liberación de las seis Hermanas del Corazón Eucarístico de Cristo, secuestradas hace aproximadamente un mes de su convento en Iguoriakhi. Rezo con insistencia por ellas y por todas las otras personas que se encuentran en esta dolorosa condición: que puedan, en ocasión de la Navidad, regresar finalmente a sus hogares. Recemos por ellas: Dios te salve María… ”
Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
Al inciar sus saludos, tras el rezo a la Madre de Dios, el Papa Francisco se vio interrumpido por los fieles que alegremente le cantaron el Cumpleaños Feliz, a lo que el Pontífice respondió conmovido con un “¡gracias, muchas gracias!”
Con sus primeras palabras el Santo Padre se unió al llamamiento de los Obispos de Nigeria y pidió por la liberación de las seis Hermanas del Corazón Eucarístico de Cristo, secuestradas de su convento en Iguoriakhi. Expresó que reza por ellas y por todas las personas que están en esa dolorosa condición:
Como es habitual, también dirigió su saludo a los peregrinos, familias, grupos parroquiales y asociaciones presentes en la plaza, provenientes de Italia y de muchas partes del mundo, con un saludo especial para el grupo “Lobitos” de Portugal y al de peregrinos bolivianos, mencionando luego a los fieles de Salamanca y de Pernumia (Padua).
Asimismo en este 17 de diciembre, en el tercer Domingo de Adviento, domingo de la alegría, – que este año coincide con octogésimo primer cumpleaños del Pontífice – como de tradición se congregaron miles de niños de los oratorios romanos para la bendición de los “Bambinelli”, las estatuillas del “Niño Jesús” que luego los pequeños llevarán a sus hogares para esperar el Nacimiento de nuestro Salvador.
Una tradición que inició en los años noventa, y que este año lleva por lema “Hay un lugar para ti”, para recordarnos que no estamos solos, que somos una comunidad que se prepara para acoger a Jesús en nuestras casas, en nuestros oratorios y en nuestros corazones:

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