Sábado de Ceniza
“No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (Lc 5, 27-32)
En el camino de la Cruz, ayuda el acompañamiento entrañable de quien sabes que te ama. Atrévete a mirar al Nazareno como lo hizo su Madre, y todo te será fácil.
“Madre, míranos como a tu Hijo. María, “vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”.
Pensamiento: La persona toma conciencia de sí misma cuando mira el rostro de otro. Jesús estaba vuelto hacia Dios; María, vuelta hacia su Hijo.
Propuesta: Jesús no ha tenido a menos llevar sobre sí nuestros dolores. “Pon tus ojos en el Crucificado y todo te será poco” (Santa Teresa)
Cuestión: ¿A quién miras? ¿A quién tienes como modelo?
IV Estación, Jesús se encuentra con su Madre en la vía dolorosa
Añadir comentario