Unas 500 personas han asistido en la mañana de este sábado, 8 de enero, a la toma de posesión de José Luis Retana como obispo de la diócesis de Ciudad Rodrigo. El prelado, que mañana domingo asume también como obispo de la de Salamanca, ha estado acompañado en la catedral de Santa María por casi una treintena de obispos —varios de ellos desplazados desde la vecina Portugal—, 24 vicarios y 60 sacerdotes. Entre los presentes, los arzobispos de Valladolid (cardenal Ricardo Blázquez), Burgos (Mario Iceta) y Oviedo (Jesús Sanz); el secretario general de la Conferencia Episcopal (Luis Argüello); y los obispos de Santander, Zamora, Osma-Soria, León, Sigüenza-Guadalajara, Bilbao y Vitoria, entre otros.
Fue el pasado 15 de noviembre cuando el Papa Francisco nombró a monseñor Retana nombró obispo de Ciudad Rodrigo y de Salamanca, uniendo las dos diócesis en la persona del obispo (in persona episcopi). Se trata de una fórmula ya utilizada anteriormente en otras sedes.
Saludo del administrador apostólico y palabras del nuncio
La ceremonia se ha iniciado con el saludo del obispo Jesús García Burillo, que ha sido el administrador apostólico de la diócesis civitatense en los tres últimos años. Llega, le ha dicho al nuevo pastor, a «una diócesis pequeña, pero consciente de ser Iglesia de Jesucristo», una diócesis con más de ocho siglos de existencia que «en espíritu sinodal quiere anunciar el Reino de Dios en esta sociedad y ser signo de reconciliación con Dios y con sus hermanos».
El nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, ha agradecido a García Burillo la labor que ha realizado en este tiempo, si bien ha remarcado que «en ningún momento ha faltado a esta diócesis la presencia de un obispo». Acto seguido, y tras la presentación y lectura de las letras apostólicas con el nombramiento papal, ha entregado a monseñor Retana el báculo que en su día perteneciera al obispo civitatense Jesús Enciso (1950-1955) y le ha invitado a sentarse en la cátedra, con el repique jubiloso de las campanas como telón de fondo.
Mirar al presente y no al pasado
En su primera homilía como obispo, Retana se ha referido a la «novedad e incertidumbre» que supone el que sea a un tiempo obispo de Ciudad Rodrigo y de Salamanca. «Esta novedad —ha dicho— es para todos, para vosotros y para mí». Se trata de una novedad «que no tiene detrás ninguna consigna y ninguna estrategia» y que «todos deberemos aprender a vivirla con sencillez». «El único criterio para optar por la solución más adecuada —ha insistido— no es otro que el bien de nuestras comunidades diocesanas. Ojalá que todos nos pongamos a la búsqueda no de reivindicar derechos mirando al pasado ni de prevenir temores mirando al futuro, sino de abrir caminos en el único presente que tenemos entre las manos (…). Estaré no solo disponible, sino realmente dispuesto a caminar con estas dos Iglesias hermanas con todas las consecuencias. Dados mis límites os pediré paciencia y comprensión (…)».
Previamente, el prelado abulense ha dicho que los cristianos siempre tenemos algo que ofrecer. Nadie es tan pobre, ha reflexionado, como para no darse a sí mismo, «el verdadero sacrificio agradable a Dios». En este contexto, ha llamado a «la ofrenda de nuestra pobreza y humildad, para que el Señor haga en nosotros, haga a través de nosotros, y a través de nosotros multiplique su gracia». «Hacerse nada para que el Señor lo sea todo, menguarnos para que Él crezca. Con esta actitud y desde esta actitud de realismo y personal debilidad, vengo a Ciudad Rodrigo, a dejar que el Señor realice su obra en mí y así poder trabajar generosamente y entregar la vida, mi nada, para que Él lo sea todo», ha afirmado.
Plasencia «espera un pastor pronto»
El nuevo prelado se ha emocionado tras recordar en su lista de agradecimientos a la diócesis de Plasencia, de la que ha sido obispo. Una diócesis —ha dicho al nuncio— «que espera un pastor pronto, ya que sufrir en cinco años dos situaciones de sede vacante es una orfandad excesiva».
José Luis Retana Gozalo nació en Pedro Bernardo (Ávila) el 12 de marzo de 1953. En dos meses cumplirá, por tanto, 69 años. Estudió en el semanario menor de San José de Arenas de San Pedro (1964-1968) y de Ávila (1968-1971), antes de ingresar en el Teologado de Ávila para realizar los estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y preparar su licenciatura en Friburgo (Suiza). Fue ordenado sacerdote en su localidad natal de Pedro Bernardo por el entonces obispo de Ávila, Felipe Fernández.
Rector del seminario de esa diócesis, deán de la catedral de San Salvador, miembro del colegio de consultores…, el Papa Francisco lo nombró obispo de Plasencia en 2017. En la Conferencia Episcopal es miembro de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura.
