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Opinión

Presutti: «La Universidad Católica: defender la ciencia de la ideología»

El Dr. R Presutti, junto a un retrato regalado en reconocimiento a su dedicación a una antigua Universidad.

Presutti: «La Universidad Católica: defender la ciencia de la ideología»

 

El vicepresidente de Asuntos académicos y de las Relaciones con los Estudiantes, el reverendo Dr. Robert Presutti, L.C. me explicaba recientemente en su despacho en la Universidad en Arlington su visión sobre la importancia de las universidades católicas, y reflexionaba sobre los conceptos de libertad de cuestionamiento; sobre la fe como luz del conocimiento; sobre la correlación entre salud mental y psicología además de explicarme la necesidad de acabar con las viejas dicotomías de fe y razón, ciencia y religión, psicología y espiritualidad, honestidad intelectual etc. Todo ello junto al papel de la teología y de la filosofía a la hora de preservar estas libertades.

Jordi Picazo*

El Dr. Presutti utiliza términos grandes continuamente, tales comointegración,volicional,direccionalidad,la unidady el uno,holístico,salud,bondad, o relacional. “Me gusta pensar que lo que intentamos hacer aquí es proteger la psicología de un reduccionismo empobrecedor que lo que hace es encoger y reducir la ciencia, convertirla en una cuasi religión”, explica.

A diferencia de lo que vemos en muchos sitios en Europa, donde antaño se difundía valientemente la Fe y ahora en cambio se pide disculpas por no tener nada mejor, Presutti me invita a razonar con él que “lo comprendamos o no, el hecho de creer en un Dios único que reina sobre nosotros y provee un lugar seguro desde el cual podemos cuestionar libremente las cosas, nos permite no tener que preocuparnos de las presiones políticas del conformismo”.

La clave es: “Integración”. Se admira, aun cuando hablamos de temas propios de una tertulia en clave escolástica, del papel admirable de “las tecnologías digitales: ¡cómo nos han permitido extender la comunicación mucho más allá!” Sobre la labor en el Instituto para las Ciencias de la Psicología (IPS) en la Divine Mercy University en Arlington, Virginia, recalca que “lo que está ocurriendo aquí en nuestro Instituto es una historia interesante, y ya antes de su formación; este proyecto nació del darse cuenta de que la psicología moderna se podía beneficiar de y a la vez contribuir a la visión cristiana-católica de la persona humana, con un deseo de integración”.

Desde cero

Históricamente, todo comenzó en 1999 en la Casa de Retiros de Nuestra Señora de Bethesda, centro que coordinamos en Virginia, cuando un grupo de psicólogos que estaban trabajando en el acompañamiento de las parejas para la renovación matrimonial se dieron cuenta de que todo va más allá del consejo de la dirección spiritual; y de que existe una necesidad de un trabajo psicológico para trabajar asuntos más profundos”.

 Sanación más allá del confesionario

Y nuestros psicólogos pensaron ‘¡qué hermoso ser capaces de trabajar en nuestra profesión en un ambiente en el que podamos integrar la ciencia con la Fe’; porque, en cierta manera, la psicología moderna ha tratado de separar la psicología de la Fe; algunos han intentado separar la Fe de cualquier preocupación psicológica entorno a la persona humana, y eso no es lo correcto desde una perspectiva intelectual”.

 Ser intelectualmente honestos: La educación católica y la Fe

Cuando se piensa en cualquier psicólogo que se aproxime a una persona humana, piensas que él o ella querrá ayudar a esa persona. Cualquier terapia trata de llegar desde un punto A hasta un punto B, diciendo implícitamente ‘este es el camino hacia la salud, hacia la integridad, hacia la bondad’.

¿Y, por qué tiene que ser así? ¿Simplemente porque la sociedad lo dice? ¿O es así porque está democráticamente establecido que esto o aquello es lo que constituye la bondad? Evidentemente no, pues todo el mundo tiene un punto de vista implícito sobre lo que es la persona humana: siempre hay una filosofía, siempre hay una antropologíaque subyace detrás de todas las cosas, entre líneas. Es algo tácito. Y la tradición católica quiere ser muy honesta intelectualmente, en términos de decir ‘éste es nuestro punto de vista sobre la persona humana, y esto es lo que creemos, y por qué lo creemos’”:

Eliminar las Viejas dicotomías

Así pues, el Proyecto de IPS es emocionante desde varios ángulos. En primer lugar, permite la eliminación de falsas dicotomías, como la de la Fe enfrentada a la Razón, o la Ciencia enfrentada a la Religión, o la psicología enfrentada a la espiritualidad; y elimina estas falsas dicotomías para ayudar a comprender que no es correcto creer que para ser un profesional recto y ético no debe permitirse de ninguna manera que lo que creo influya en mi trabajo. Lo que necesitamos en lugar de eso, y es el segundo punto interesante, es una apropiada integración.

Así pues, lo que en IPS hemos desarrollado a lo largo de los años es una visión muy clara de lo que nosotros llamamos antropología filosófica y teológica, que no sigue a ningún filósofo o teólogo en particular, sino que en cierto sentido trata de articular de una manera muy objetiva aquello sobre lo que tantas escuelas de filosofía y filósofos particulares reflexionan”.

 “La caída del ser humano no niega su bondad intrínseca”

Poseemos las premisas teológicas sobre la persona humana, lo que sabemos, a partir de la Revelación: que la persona humana está creada por Dios, creada buena, que posee un bien intrínseco, es sujeto de amor, es digna de toda admiración y respeto y al mismo tiempo, sin embargo, la persona humana ha caído; hay una caída en la naturaleza de esa persona, pero es una rotura que de ninguna manera niega la bondad original. Y tras eso encontramos la Redención: la persona humana ha sido redimida en Cristo y hay un camino hacia el crecimiento, un camino hacia la perfección, desde nuestra caída hasta una perfectibilidad de la naturaleza humana, e incluso hasta la beatitud eterna”.

 “Somos un todo integrado”: implicaciones para las ciencias sociales

Y, en consecuencia, desde una perspectiva filosófica entendemos algo tan sencillo como que la persona humana no es una mente y un cuerpo en yuxtaposición, como si de un software y un hardware se tratara: en lugar de eso somos un todo integrado, somos un espíritu encarnado.

Jordi Picazo – ¿Tiene eso implicaciones directas en las ciencias humanas y sociales?

El ser humano es esencialmente relacional,y estamos hechos para interactuar con los otros. Hasta tal punto que no puedes ya considerar a una persona como a un sujeto aislado de investigación. Las relaciones son por lo tanto importantes. Además de ello, somos volicionalesy aunque tenemos cierta defectibilidad no somos simplemente el producto de nuestro entorno. Hay un determinado punto de comienzo que se nos brinda y que no podemos cambiar, pero lo que hacemos con eso, hasta cierto punto y en cierto grado, está en nuestras manos.

Finalmente está el hecho de que somos intelectuales. Eso quiere decir que tememos conocimiento, racionalidad, tratamos de entender las cosas y buscarles el sentido, podemos ordenar las cosas. Y muy importante también es el hecho que somos éticos: nuestra conducta en cierto modo puede también dirigirnos. A fuerza de elucidar este tipo de cosas es como llegaremos a entender lo que es la persona humana.

Jordi Picazo –¿Cómo afecta todo esto que le digo a la manera cómo hacemos psicología en IPS?

Esto nos proporciona un gran paradigma, un modelo con el que podemos contrastar las diferentes escuelas de psicología, y tomar lo que es bueno de ellas y también en cierto modo llegar a entender las limitaciones de cada una de ellas”.

Juan Pablo II y la integración de las ciencias

Todo esto que le cuento para mí es realmente emocionante. En Ex Corde EcclesiaeJuan Pablo II hace varias afirmaciones acerca de las universidades católicas y la identidad católica, pero hay dos que personalmente me han llamado poderosamente la atención.

Una es la integración de las ciencias: cuando pensamos que hemos crecido en conocimientos, que hemos crecido en el campo de las ciencias, y que eso es un logro humano increíble, sabemos a la vez que hemos crecido tanto que algunas veces estamos encerrados en pequeñas islas y olvidamos el aspecto que tiene el paisaje completo. Sabemos más y más acerca de menos y menos. La especialización es estupenda porque realmente estamos penetrando profundamente el conocimiento de las cosas, pero en un momento dado perdemos la habilidad de comprender lo que ha sido el hombre del Renacimiento, lo que ha sido un tipo de conocimiento enciclopédico. Este tipo de conocimiento enciclopédico ahora es imposible debido a la cantidad de datos a nuestro alcance, pero es deseable asegurar que el diálogo no decae, asegurarnos que se implementa esa integración. Las diferentes ciencias necesitan dialogar. No solamente la física necesita hablar con la química, y con la biología porque se ilustran la una a la otra, sino que también la filosofía necesita hablar con las ciencias en términos de qué significa todo. Porque las ciencias mismas se enriquecen cuando se colocan en un contexto mayor”.

Juan Pablo II habla con profundidad sobre la síntesis del conocimiento, ¡qué significa todo esto del mundo!; ¡qué significa todo esto sobre la realidad última!; ¡qué significa todo esto acerca de la persona humana! Y esta integración es muy importante porque de otra forma las ciencias pueden llegar a quedar miopes. De alguna forma pierden un poco de contexto, se convierten en un fin en sí mismas.

Así, vemos que la síntesis, la integración de las ciencias, ¡es tan intencional aquí, en IPS! En nuestro caso, entre las ciencias filosóficas y teológicas, y las ciencias psicológicas y ahora también el acompañamiento o psicoterapia”.

Jordi Picazo – Aun cuando en mi Bachillerato estudié biología, química, física y matemáticas, siempre he retenido de mis clases de filosofía la definición de ciencia como “la búsqueda del conocimiento de las cosas a través de sus causas”, que siendo Dios la causa incausada, no hay posibilidad de conflicto entre religión, la creencia en Dios y el rigor de la ciencia. ¡Cómo podríamos creer que la ciencia pueda hallar algo contradictorio con Dios, si Dios ha creado todas las cosas!

Esa es una visión hermosa, esa es la visión del ‘todo único’, es la unidad. Un punto de vista holístico sería un punto de vista de integración, y pienso que los escolásticos lo explicaron de una manera tan hermosa, ¡por qué sino hablarían de que la teología es la reina de las ciencias! Y es de hecho este marco de entendimiento el que permitió el crecimiento de las ciencias empíricas, porque hay significado en el mundo, y viene de Dios. Hay algo que descubrir y sacar a la luz, de belleza, de conocimiento, de verdad.

Pero desgraciadamente, y pienso que, debido a la historia de la filosofía moderna, todo se ha convertido en un problema filosófico, no en un problema científico. Supongo que hemos perdido el gusto por la metafísica, que es la ciencia del ser, y versa acerca de las cosas en sí mismas: lo que es la base de todas las cosas; y la cultura moderna considera todo esto como algo irrelevante. Pero cuando pierdes el contexto tienes que absolutizar algo. Y la ciencia se ha convertido en un tipo de filosofía”.

Jordi Picazo– En la ceremonia de apertura del “Centro Benedicto XVI para la Religión y la Sociedad” en la Universidad de Saint Mary’s en Twickenham, Londres, a la que tuve ocasión de asistir, el Padre Friedrich Bechina, subsecretario de la Congregación Vaticana para la Educación Católica en su charla de inauguración resaltó que las universidades católicas iban a ser tal vez las últimos y únicos baluartes desde donde podremos enseñar la verdad sin tener miedo, puesto que en democracia no puedes atacar la Universidad. Ya ha mencionado Usted la importancia de las Universidades católicas.

“La ‘educación para todos’ no fue una idea de un gobierno o príncipe, ha salido de individuos que han recibido el mensaje del evangelio”.

Creo que es importante recordar que el sistema universitario occidental tal como lo conocemos salió de la Universidad católica, y siempre he considerado Ex Corde Ecclesiae de Juan Pablo II una maravilla. ¡‘Desde el corazón de la Iglesia’! ¡Es una visión tan poderosa! Y quiere comunicar que la ‘educación para todos’ no fue una idea del gobierno, o de un príncipe, o de una nación que dijo ‘tenemos que fundar centros de educación secundaria’; sino más bien han sido individuos que han recibido el mensaje del evangelio y la verdad, la Revelación. ¡Y la revelación echó tanta luz sobre la realidad humana, que tienes que estudiarla! ¡Causa admiración, hace que quieras desempaquetar esta creación!”

Jordi Picazo– El documento Ex Corde Ecclesiae se mencionó varias veces en esa presentación en Londres.

Y recordemos también ese estudio famoso de Newman sobre la filosofía natural: la ciencia moderna ha crecido a partir de la filosofía natural, el deseo de sabiduría sobre las cosas, deseo de conocer la naturaleza, y así vemos que las universidades católicas son muy importantes a la hora de preservar la cultura del estudio, la cultura de la investigación, la cultura de la admiración, la cultura del tratar de llegar a comprender.

 “Las universidades estatales siempre tendrán sobre ellas esa presión para ser pragmáticas”.

Las universidades estatales siempre tendrán sobre sí esa presión del pragmatismo. Tanto es así que necesitan fabricar títulos que sean útiles, lo cual es muy importante, pero no es la única razón de ser de las universidades católicas. Y, se comprenda o no se comprenda, el hecho de creer en un Dios único que reina sobre nosotros y provee un lugar seguro desde el cual podemos cuestionar libremente las cosas, nos permite no tener que preocuparnos de las presiones políticas del conformismo; es por ello por lo que las universidades católicas son muy importantes para proteger la universidad misma; y en cierto modo la filosofía y la teología son muy importantes para mantener esa libertad de cuestionamiento, incluso ante las ciencias.

Jordi Picazo– Sin embargo, sorprende cómo en la iglesia hemos tenido miedo a la libertad durante siglos, aunque tal vez menos después de san Juan XXIII, incluso especialmente, diría yo, desde san Juan Pablo II y Benedicto XVI, que fueron los campeones de la verdad, y los campeones del matrimonio y la fe y razón.

El beato Pablo VIsolía escribir encíclicas sobre doctrina; san Juan Pablo IIfue el primero en escribir sobre la razón: básicamente, pide confiar en la razón humana, y es el primero en escribir sobre la vida matrimonial, diciendo que la sexualidad humana es buena”.

Jordi Picazo –Ciencia y religión, por tanto, ¿amigos o enemigos?

Le comentaba antes que la ciencia se ha convertido en un tipo de filosofía. Incluso si no en todos los ambientes, sí en las universidades europeas y norteamericanas: vemos tan a menudo en departamentos de ciencias que existe esta falsa yuxtaposición. El adviento de los nuevos ateos como se les llama ahora, la gente como Christopher Hitchens y Dawkins entre otros, realmente hizo que esto fuera tan histriónico: que la ciencia se considerada mejor sin fe alguna, sin ninguna religión, y, de hecho, dicen, una destruiría la otra.

Creo que, hasta cierto punto, en nuestra cultura o al menos visto desde aquí en los EE. UU. de Norteamérica, se ha perdido la capacidad de involucrarse en un discurso de la razón. El discurso está tan basado en los sentimientos en lugar de en la razón, que de algún modo ir contra la opinión de alguien significa que no aceptas a esa persona, por lo que el diálogo se da por terminado. Y eso es realmente injusto”.

Tomás de Aquino y el bisturí escolástico

Jordi Picazo –Un psiquiatra de alta reputación a nivel mundial me contaba en una reciente entrevista personal en su despacho en Baltimore, que al final del día, llegaremos a ser muy “opinados”, pero no sabremos aceptar los hechos objetivos.

Y el hecho es que parte de la comprensión de lo que es la persona humana es mucho más que sus opiniones: es que hay algo bueno; tenemos, por ejemplo, la ontología, que nos permite involucrarnos en un buen debate en este tipo de discurso. En lo que esto respecta, ¡creo que el método escolástico era increíble!: la disputatio. ¡Wow! Hemos perdido la capacidad de hacer eso. ¡Aquinas era tan honesto intelectualmente!, y no hay nadie que haga ya una labor de retratar a sus enemigos, cita a cita, como hacía Aquinas con sus interlocutores. Es sorprendente: toma las opiniones de otras personas y las fortalece antes de examinarlas detalladamente. ¡Qué importante es la formación clásica en humanidades, la escolástica!”

*Jordi Picazo es filólogo y periodista. Profesor homologado de primaria y secundaria en el sistema educativo de Reino Unido y España, ha sido profesor titular del colegio en Londres donde estudió Winston Churchill y otros 6 primeros ministros británicos, así como el primer ministro indio Nehru o el Rey Hussein de Jordania entre otros.En España ha ejercido de maestro de primaria y profesor de secundaria, y en la educación de adultos.
** DMU’s Institute for the Psychological Sciencesutiliza un Sistema único de educación en el cual todos los cursos se enseñan de una manera que realza la integración de la psicología científica con el punto de vista cristiano de la persona humana. Desde 2016, la Universidad ha entrenado estudiantes de más de 30 Estados de EE. UU. y más de 13 países diferentes.


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