Preguntas bíblicas que ayudan a descubrir la situación personal en relación con el proyecto de vida espiritual, por Ángel Moreno de Buenafuente
Dios en su pedagogía demuestra, con el modo con el que se dirige, en muchas ocasiones, al ser humano, que conoce nuestras reacciones defensivas. Y en vez de manifestarse de forma contundente, o con sentencias inapelables, se presenta haciendo una pregunta, para que personalicemos, del modo más íntimo, nuestra situación de cara a Él, sin evasiones. Entresaco diversas preguntas, algunas de ellas contienen dimensiones existenciales trascendentes, y otras, según sea la respuesta, determinan la identidad creyente.
Cuando, en el propio proceso de maduración espiritual, se desea conocer el grado de identificación con la voluntad divina, las preguntas que nos hace el texto sagrado ayudan a discernir en el fuero de la conciencia. Deja que toque tu corazón, en un clima de oración y silencio, la Palabra entrañable de Dios, quien de forma respetuosa te pregunta:
«¿Dónde estás?» (Gn 3, 9)
«¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» (Gn 3, 11)
«¿Por qué lo has hecho?» (Gn 3, 13)
«¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4, 9)
«¿Qué haces aquí?» (1Re 19, 9)
«¿A quién enviaré? ¿Quién irá por mí»? (Is 6, 8)
«¿Qué buscáis?» (Jn 1, 38)
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que debía estar en la casa de mi Padre?» (Lc 2, 49)
«¿También vosotros queréis marcharos?» (Jn 6, 27)
«¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces? » (Jn 14, 9)
«¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4, 40)
« ¿Quién decís que soy yo?» (Mt 16, 15)
«¿Tú crees en el Hijo del hombre?» (Jn 9, 35)
«Yo soy la resurrección. ¿Crees esto?» (Jn 11, 25-26)
«¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?» (Lc 24, 38)
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» (Mt 8, 26)
« ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?» (Jn 20, 15)
« ¿No tenéis pescado?» (Jn 21, 5)
« ¿Me amas más que éstos?» ¿Me amas?» ¿Me quieres?» (Jn 21, 15.16.17)

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