Once obras de la diócesis de Burgos se expondrán en Las Edades del Hombre de Toro
«AQVA» es el lema escogido para la próxima edición de las Edades del Hombre, que se desarrollará en Toro (Zamora) entre los meses de abril y noviembre de este año. En ella se expondrán más de 130 obras artísticas pertenecientes a las diócesis, museos, colecciones particulares, galerías e instituciones de Castilla y León. De ellas, un total de once piezas son propiedad de la diócesis de Burgos.
En la mañana del miércoles 9 de marzo, se han presentado en rueda de prensa tanto las obras procedentes de Burgos cuanto los objetivos, sedes y temática de esta exposición. Es la primera dedicada al agua y en ella, el líquido elemento jugará un papel principal, haciendo que la inmensa mayoría de las obras expuestas tengan alguna relación con él. La colegiata de Santa María La Mayor y la iglesia del Santo Sepulcro de la localidad zamorana son las dos sedes escogidas para albergar los seis capítulos de la exposición, que mostrarán al agua como elemento de la naturaleza y la vida de los hombres, su papel en la historia de la salvación, Jesús y su relación con el agua y los hombres y mujeres que recibieron el bautismo y han alcanzado la meta de la santidad.
José María Vicente de Prada, del departamento de arte de la Fundación de las Edades del Hombre, ha asegurado que Las Edades del Hombre es más que un movimiento expositivo, pues es una «forma de mantener vivo el rico patrimonio de Castilla y León». Para la preparación de la vigésimo primera edición, la Fundación ha llevado a cabo labores de reparación en treinta obras y dos retablos, destinando cien mil euros en gastos de restauración.
Blanca González Álvarez, Jefa del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, ha resaltado la colaboración activa en esta iniciativa por parte de la Junta, ya que se trata de un proyecto de gran impacto económico y de un interés creciente.
Patrimonio diocesano
Las once obras que aportará Burgos han sido calificadas por Juan Álvarez Quevedo, delegado diocesano de Patrimonio, como una «riqueza artística y cultural que también reflejan alguna relación con el agua». De ellas cinco son lienzos, tres son esculturas de madera y dos son objetos litúrgicos. También se exhibirá en la muestra un papel impreso procedente del monasterio agustino de La Vid que muestra el trabajo que los monjes realizaban con el agua para cultivar sus tierras.
Además del mencionado monasterio de La Vid, el resto de las obras proceden de Castrojeriz, Sasamón, Briviesca, Santa María del Campo, la iglesia de San Lesmes Abad y la catedral. Entre los autores de las obras figuran Scipione Pulzone, Mateo Cerezo, Pedro Berruguete, Juan de Anchieta y trabajadores de las escuelas de Felipe de Bigarny o Giovanni Odazzi. Quevedo ha resaltado el importante valor de la naveta que procede de la capilla de los Condestables de la catedral. El objeto litúrgico, destinado a albergar incienso, posee una tapa en plata de gran trabajo orfebre que refleja la creación de Adán y Eva.
Junto a estas obras, Quevedo también ha destacado un óleo obra de la artista burgalesa Teresa Peña, sobre el bautismo. Aunque no es propiedad de la diócesis, sino de una fundación, también tiene vinculación con nuestra provincia.
La identidad de un pueblo
Las Edades del hombre ha velado siempre por proteger, difundir y promocionar el arte sacro de Castilla y León. Desde sus comienzos en 1988 hasta el día de hoy se han llevado a cabo veinte ediciones, por las cuales han pasado once millones de visitantes. La catedral de Burgos, Oña y Aranda de Duero han sido lugares de acogida en ediciones anteriores.
Foto: Imagen de la rueda de prensa esta mañana en la Casa de la Iglesia.

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