No es verdad que Benedicto XVI esté grave
Ante los rumores de grave empeoramiento de la salud del Papa Emérito Benedicto XVI, su secretario personal Georg Gaenswein ha confirmado el martes a la agencia de noticias católica alemana Kath.net que esas alarmas «son pura invención, falsas y erróneas».
Algunos desaprensivos iniciaron hace unos diez días una campaña de alarmismo, que se ha extendido por páginas web conservadoras y redes sociales, incluyendo mensajes de WhatsApp falsos que repiten como actual un comentario un tanto imprudente del propio Gaenswein: «se está apagando como una vela». Fue publicado el 20 de marzo de 2016, hace más de año y medio.
Benedicto XVI tiene 90 años y problemas de articulaciones que de vez en cuando le impiden caminar por temporadas cada vez más frecuentes. Había sufrido dos ictus y necesitado la implantación de un marcapasos ya antes de ser elegido Papa. Al final de su pontificado había perdido buena parte de la vista de un ojo.
Su aspecto es cada vez más frágil, por delgadez, pero no hay nada que dé lugar a ninguna alarma especial. La semana pasada le visitó durante unos días su hermano Georg Ratzinger, que regresó ya a Alemania, después de que ambos «pasasen un tiempo muy agradable», según Georg Gaenswein.
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