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Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas: «La pandemia nos ha mostrado la importancia de la familia»

En la jornada de ayer, la secretaria general de Cáritas española, Natalia Peiró, expuso desde la diócesis de Ávila —en el marco de la Formación Permanente del Clero—, las consecuencias de la covid-19 para nuestro país y la acción que está llevando Cáritas para paliar, en la medida de los posible, esta situación.

En el último año, tal y como informan desde la diócesis abulense después de la exposición de Peiró, se ha tenido que multiplicar por tres el dinero invertido habitualmente en necesidades básicas; superando los 41 millones de euros en ayudas directas para la acción social. Solamente desde que comenzó la pandemia ha crecido más de un 57% el número de personas atendidas por Cáritas en toda España.

El reto de la educación a distancia, la pobreza energética y las colas del hambre

En un primer bloque expositivo, se han marcado tres ejes en los que Cáritas ha tenido que estar presente de forma especial estos últimos doce meses: la educación, la pobreza y el hambre.

Según la información facilitada, son más de 4 millones de euros los destinados a los menores en edad escolar para que pudieran seguir con su formación a distancia. «Una de cada tres familias atendidas por Cáritas vieron cómo sufrían un apagón tecnológico. La mitad de los niños no han podido acabar el curso pasado con un resultado positivo. Y ahora muchos de ellos siguen en situaciones de semipresencialidad. Es verdad que ha habido donaciones de dispositivos. Pero cuando hablamos de niños y adolescentes, existe una preocupación por cuáles son esas capacidades y uso de esas tecnologías».

Por otro lado, Cáritas ha querido denunciar la pobreza energética (gas y luz han subido casi un 30% en los últimos 20 años, y los ingresos de las familias poco más del 1%). «Hemos trabajado por la paralización de cortes de suministros. Seguimos trabajando para que las leyes reconozcan que el derecho a la vivienda incluya un derecho a la energía para mantener las condiciones de habitabilidad dignas», dijo Peiró durante su intervención.

Del mismo modo, Cáritas ha facilitado tarjetas prepago para evitar «el estigma social» asociado a la necesidad de caridad.

Empleo destruido

Tal y como hemos podido conocer en el día de hoy, la pandemia ha traído de la mano unas cifras de paro desconocidas en los últimos ocho años, superando los cuatro millones de desempleados en nuestro país.  El confinamiento primero, y las restricciones sociales después, ha generado un impacto directo en el ámbito del empleo y, lógicamente, en los ingresos de las familias. «No se trata únicamente de la pérdida del trabajo, sino de una inestabilidad laboral de personas que van concatenando contratos uno tras otro, o que tienen que salir a ganarse la vida como sea aunque no tengan contrato», destacaba la secretaria general de Cáritas. Asimismo, señalaba cómo 250 mil personas de las que acompañaba Cáritas se encontraban en septiembre aún sin recibir ningún ingreso; personas que no han podido seguir su actividad laboral con el teletrabajo.

El drama de la vivienda

El confinamiento ha remarcado también la fragilidad y la importancia de la vivienda. Viviendas compartidas, con problemas habitacionales, o situaciones de inseguridad al no saber si se van a poder seguir pagando las facturas y el alquiler.

En este sentido, Natalia Peiró afirma que en Cáritas se ha constatado cómo 4 de cada 10 familias no podían pagar su vivienda. «Hay una oferta de vivienda social prácticamente inexistente, que hace que las familias deben asumir los precios elevados de un mercado sin regulación. Esta crisis no ha hecho más que agravar esta situación. Podemos hablar de una verdadera emergencia habitacional. Y es que no se trata únicamente de poder acceder a una vivienda, sino de pagar los gastos que ésta genera: 700 mil personas que acompañamos en Cáritas residen en hogares pero no disponen de dinero para pagar suministros de la vivienda».

Además, según ha comentado Peiró, la pandemia ha perjudicado gravemente la salud psicoemocional dentro de los hogares.

Una vez más las familias han sido fundamentales

A lo largo de su intervención, Peiró ha querido recordar  que la crisis anterior se superó gracias al esfuerzo de las familias y el apoyo de las personas mayores. «Esta crisis nos ha mostrado la importancia de la familia. Pero no ha sido igual para todos. Las personas con niños o en situación de dependencia lo han tenido mucho más difícil. Se ha debilitado el apoyo de las redes familiares (no han podido contar con ayuda de su propia familia para salir adelante). Incluso algunas personas han tenido que renunciar a su trabajo para cuidar de su familia. Pero, sin embargo, sí que se han fortalecido las redes comunitarias de vecinos, que se habían perdido». « »

Combatir la brecha digital de los adultos

La aceleración de la digitalización de la sociedad es otra de las situaciones a las que se ha tenido que enfrentar Cáritas. «Para tener un empleo y seguir adelante con la educación,  todas las personas que no consigamos montar en ese tren de la digitalización tendrán muchas más posibilidades de estar excluidos de la sociedad», vaticinaba Peiró. Una problemática que se traslada asimismo a la relación con la administración pública, al ser la mayor parte de los trámites durante la pandemia de forma telemática, con lo que esto conlleva.

Pero si ha habido un colectivo que ha sufrido  directamente esta brecha digital han sido los niños y jóvenes, que han padecido esta situación en su propio rendimiento escolar.

La dependencia del gobierno 

En este sentido, Cáritas ha desempeñado un papel importante en el acompañamiento de todas aquellas personas vulnerables que de una forma u otra se han visto afectadas o beneficiadas por algunas de las políticas del actual Gobierno y que ha requerido de apoyo jurídico.

«La relación con el Gobierno ha sido muy intensa por causa de la necesidad que las administraciones tenían de nosotros. Pero la capacidad de escucha ante lo que les proponíamos ha sido muy limitada. Hay muchas cosas que se podrían haber hecho de otra manera».



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