La catedral nueva de Salamanca ha acogido en la tarde de hoy domingo, 9 de enero, la toma de posesión de monseñor José Luis Retana como nuevo obispo de la diócesis. El prelado, que sucede en la sede a Carlos López Hernández, tomó posesión ayer también de la de Ciudad Rodrigo, quedando ambas sedes en adelante unidas en la persona del obispo. Monseñor Retana ha estado acompañado en la capital salmantina por una veintena de prelados, algunos de ellos llegados poco antes de Madrid, donde esta misma mañana han acompañado a monseñor Aznárez Cobo en su asunción como arzobispo castrense. Entre los concelebrantes estaban los cardenales Osoro (Madrid) y Blázquez (Valladolid), los arzobispos de Toledo (Cerro), Bilbao (Iceta), Mérida-Badajoz (Morga), Oviedo (Sanz), y el secretario de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello. Mañana lunes parte para Roma el segundo grupo de obispos españoles —los de las provincias eclesiásticas de Tarragona, Barcelona y Valencia— para la preceptiva visita ad limina Apostolorum.
Monseñor Auza: «Tiene ante usted una tarea ilusionante pero ardua»
El nuncio de Su Santidad, Bernardito Auza, ha transmitido el afecto del Papa Francisco al nuevo prelado salmantino y ha recordado que, al igual que la diócesis hermana de Ciudad Rodrigo, Salamanca «mantiene íntegra su personalidad jurídica y canónica, así como sus respectivas estructuras eclesiásticas». «Su tarea será hacer unidad por el amor, ayudando a que Dios está más presente en la vida de los fieles», le ha dicho. A continuación ha añadido: «Es una tarea ilusionante, pero ardua» en la que «no está solo», pues tiene a su lado el presbiterio. Y «cuente también con nuestras humildes plegarias».
Tras las palabras de monseñor Auza se ha procedido a la presentación de las letras apostólicas al colegio de consultores y al pueblo de Dios. En ellas se apela a la «unidad y comunión» y se invita al clero y al pueblo de ambas comunidades eclesiales, Salamanca y Ciudad Rodrigo, a «la estima, amor y cooperación con el nuevo moderador de su vida espiritual».
Tras recibir de manos del nuncio el báculo episcopal, el nuevo prelado ha tomado posesión de la cátedra.
«Acogedor y misericordioso con los pobres»
Ya en su homilía, monseñor Retana ha explicado cómo quiere que sea su ministerio. «Que mi modo de gobierno sea el servicio humilde y sencillo del lavatorio de los pies y que sepa cuidar de todas las ovejas que se me ha confiado», ha deseado. El prelado abulense ha hecho votos también para poner «en el centro de nuestros desvelos a los pobres», a quienes la Iglesia llama a acoger preferentemente. Pido saber ser con ellos «acogedor y misericordioso», ha dicho.
El prelado ha señalado que la «familia de Dios se construye en la realidad concreta de la Iglesia», y ha recordado que «el Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual hemos sido creados. Nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada y licuada».
Como ya hiciera ayer en Ciudad Rodrigo, Retana ha instado de nuevo a sacrificar la persona, para que para el Señor multiplique a través de nosotros su gracia. «Nuestra humildad y pobreza es la condición necesaria para vivir lo que somos: sacramento de la esperanza de Cristo Pastor. La sacramentalidad de un sacerdote y de un obispo implica hacerse nada para que el Señor sea todo; menguar, como el Bautista, para que Él crezca. Desde esa actitud vengo a Salamanca a trabajar generosamente y a entregar la vida».
Y al igual que ayer también, ha pedido al nuncio que no se demore en el nombramiento de un nuevo pastor para la diócesis de Plasencia, pastor —ha dicho— «que el Señor a través del eficaz trabajo de la nunciatura a buen seguro enviará sin tardar».
La ceremonia ha comenzado a las cinco de la tarde y ha podido seguirse a través del canal diocesano de Youtube. En ella han concelebrado, además de los obispos y el nuncio, más de un centenar de presbíteros del clero salmantino y otros llegados de las diócesis de Plasencia, Ciudad Rodrigo, Segovia y Madrid. Entre las autoridades civiles asistentes estaban los alcaldes de Salamanca y Plasencia, la subdelegada del Gobierno en Salamanca, el presidente de las Corte de Castilla y León y el presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad. La celebración ha sido seguida in situ por unas 1.200 personas provistas de invitación, que han sido ubicadas en ocho espacios distintos. En la catedral vieja ha sido instalada una pantalla gigante para que el pueblo fiel que se ha quedado sin poder acceder a la catedral nueva pudiera acompañar también a su nuevo obispo en este día tan señalado.

