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Mons. Odorico Sáiz Pérez
España

Monseñor Odorico Sáiz Pérez, obispo franciscano, misionero y longevo

El pasado 6 de febrero Monseñor Fr. Odorico Sáiz Pérez, o. f. m. cumplía los 100 años, y el día 11 del mismo mes la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, y la familia franciscana le rindieron un fraterno y reconocido homenaje.

Nació en Revilla del Campo (Burgos). Muy joven ingresó en Seminario Franciscano de Anguciana (La Rioja), y a la edad de 12 años viajó a Perú. En aquel lejano país realizó la carrera sacerdotal, se ordenó de sacerdote y comenzó su labor sacerdotal en la educación y en la formación de los futuros sacerdotes franciscanos y misioneros. Fue enviado a Roma a perfeccionar sus estudios. Regresó a Perú y prosiguió su labor formativa en el Estudio Filosófico-Teológico de Ocopa que  regentaban los religiosos franciscanos.

Ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad en la Iglesia y en la Orden. Fue elegido Ministro Provincial de la Provincia Misionera de San Francisco Solano en el Perú, y cuando desempeñaba dicho cometido, fue nombrado Vicario Apostólico de Requena (Perú), ciudad que se encuentra muy en el interior de la selva amazónica del Perú. Allí gastó sus años como obispo, pastor y animado de aquellas comunidades cristianas, pasando las penalidades propias de un clima tropical y en circunstancias muy adversas, pero siempre acompañado del Espíritu del Señor y del carisma del “mínimo y dulce Francisco de Asís”

Al llegar a la edad de la jubilación presentó la carta de renuncia, que le fue aceptada. Monseñor Odorico regresó a España después de haber vivido más de 60 años en Perú. Voluntariamente escogió como su  residencia la casa-seminario que los Padres Francisanos tienen en la ciudad de Logroño. Y en esta ciudad riojana y acogedora, se halla pasando los últimos años de su vida.

Cuando llegó a la capital riojana, año 1986, el entonces obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Monseñor Francisco Álvarez, le recibió como a un hermano más y le delegó para que actuara como un obispo auxiliar suyo, como han hecho lo mismo los siguientes prelados de esta diócesis, Monseñor Ramón Bua, q.d.d.g. y el actual Monseñor Juan-José Omella Omella. Muchas fueron las tareas pastorales que Monseñor Odorico ha llevado a cabo con gozo, alegría y sencillez franciscana durante los años que podía actuar. Durante estos años ha recorrido toda la diócesis. Cabe destacar su labor como historiador, conferenciante, consejero y confesor de sacerdotes.

Poco a poco ha ido deteriorándose, y hoy en día se encuentra en la residencia de la Santa Cruz de las Hermanas Hospitalarias en Logroño. Todavía le llegan invitaciones para asistir en algunos acontecimientos que se celebran allí en Perú.

No le faltan visitas. En este momento se encuentra bien, aunque la memoria no la tiene como él y nosotros quisiéramos. Que el Señor que le ha concedido los 100 años llenos de amor a la Iglesia, a la Orden Franciscana y al pueblo de Dios, culmine sus años en la paz y serenidad que todos le deseamos, a quien fue columna en la formación de muchas generaciones de misioneros franciscanos en Perú y benemérito misionero en la selva Amazónica del mismo país. Dominus conservet et vivificet eum. Ad multos annos.

Fr. Juan José Rubio



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