Que María, Madre del Príncipe de la paz y Madre de todos los pueblos de la tierra, nos acompañe y nos sostenga en el camino de la reconciliación, paso a paso.
Invocamos hoy a la Madre de Dios, que nos reúne como pueblo creyente. Oh Madre, genera en nosotros la esperanza, tráenos la unidad. Mujer de la salvación, te confiamos este año, custódialo en tu corazón.
Homilía del Papa Francisco, 1 de enero de 2020
En el vientre de una mujer, Dios y la humanidad se unieron para no separarse nunca más. En Dios estará para siempre nuestra humanidad y María será la Madre de Dios para siempre.
Comenzamos el año bajo el signo de Nuestra Señora, la mujer que tejió la humanidad de Dios. El renacer de la humanidad comenzó con la mujer. Si queremos tejer con humanidad las tramas de nuestro tiempo, debemos partir de nuevo de la mujer.
