María Madre de Jesús, cada vez más popular en Suecia. V Centenario de Lutero (IV)
Estatua de San Jorge y el Dragón, en la Catedral lucerna de San Nicolás
La conversación con el obispo Arborelius sigue en su despacho y analizamos ahora el papel de la Gracia comparativamente entre las fes católicas y luterana, y la alegría en la lucha ascética por imitar a Cristo y ser co redentores con Él, Asimismo el futuro cardenal aborda el papel esencial de María en la Unidad de los Cristianos. A los nuevos desafíos éticos, como el matrimonio y la familia, la moral sexual y el culto al cuerpo, que empezamos a explorar, será tema principal de la siguiente pieza. Nuestra entrevista toma mucho el cariz de conversación pausada, más que de pregunta-respuesta, aunque acabo antes de agotar todo el tiempo que me concedió el obispo Anders para nuestro encuentro.
Jordi Picazo, en Estocolmo
Un santo triste es un triste santo
JP -Monseñor, como a Usted, que cuenta que le llevó a la conversión, a mí también me impresionó el libro “Historia de un Alma” (ver aquí recensión y puedes bajar Pdf del libro), autobiografía de Teresa de Lisieux (saber más aquí), sobre la Infancia espiritual. Y lo leí cuando vivía en Londres, Inglaterra en 1992. Un niño cae. Y un niño se levanta… y he pensado, volviendo a la doctrina de la Justificación, que si no fuéramos capaces de merecer con las obras deberíamos dejar a un lado y descartar el concepto de ser co redentores con Cristo, o alter Christus, otros Cristos, término usado en muchas ocasiones para referirse al seguimiento de Cristo en la lucha ascética y en el apostolado.
Esa lucha de comenzar y recomenzar a mí personalmente se me antoja que va unida maravillosamente a la actitud propia de esa infancia espiritual y eso nos ayudaría a descartar la idea de tener que ser unos cristianos que, o bien no pueden evitar pecar, por un lado, o por otro lado que deben mantener una hoja de servicios inmaculada. En cambio, la idea más sana es la de que debemos empezar siempre, comenzar y recomenzar… aquí y ahora. ¿Podríamos enlazar esta perspectiva luterana de que la sola fide –la sola fe- me salvará, con una incapacidad de vivir la alegría de la lucha, de comenzar y recomenzar? ¿No llegaríamos así una situación de pérdida de la esperanza sin esta capacidad de levantarnos en una lucha continua?
La hermana carmelita santa Teresa de Lisieux
AA -“Esta es una cuestión muy importante; mucho. La Gracia es un misterio que nos capacita… y vemos el resultado de esa gracia total en Nuestra Señora y sabemos que nosotros, débiles y pecadores como somos, necesitamos el perdón y la Gracia de Dios para poder crecer y para ser capaces, como tú has dicho, de ser co redentores con Cristo. Y eso significa que cada día tenemos que convertirnos más al Señor para poder vivir el misterio de Cristo; pienso que Teresa de Lisieux nos ha ayudado a ver esto como una tarea alegre, no es que solamente luchemos contra el pecado, y contra nuestras debilidades, sino que también recibimos más y más Gracia de Dios para acercarnos cada vez más a Él y ayudarle a llevar la Cruz.
“Somos hijos de Dios, somos sus amados, y Él sabe de sobra que somos débiles, pecadores y todo lo que quieras; y nosotros también nos conocemos tal como somos, conocemos nuestra poquedad, pero debemos reconocer que es una Gracia darse cuenta que necesitamos la redención de Cristo para todo; no tenemos la fuerza en nosotros mismos, pero si recibimos esto con las manos abiertas como Teresa de Lisieux, el Señor podrá utilizarnos para su obra, seremos “co laboradores”, con Cristo en su Redención del mundo mientras nos contemplamos como absolutamente débiles y creo que tenemos que saber casar estas dos realidades.
“En la fe luterana clásica, yo diría, y no así en estos tiempos en que muchos piensan como nosotros, pero sí en la fe clásica, somos incapaces de hacer nada: el pecado habría destruido la naturaleza humana. Nosotros no creemos eso porque nosotros creemos que Dios es misericordioso y él trabaja continuamente en nuestra purificación, curándonos, haciéndonos crecer en su amor. A través de este don de la Gracia podemos ayudarle a salvar el mundo: no somos solamente objetos pasivos sino que somos ciertamente colaboradores en la obra de la salvación”.
Por María co redentora, hacia Jesús
Imagen de la Virgen Madre de Dios en la Catedral católica de san Eric, Estocolmo
AA -“Y este es el motivo por el que creo que la personalidad de María es tan importante, para que nos transmita esperanza. Necesitamos la Gracia de Dios mucho más que ella; pero ella, como Madre que es nuestra, y como hermana tal y como la llamamos en el Carmelo, nos anima y nos ayuda para que nosotros también podamos ayudar a Dios en este trabajo de la Redención.
“Por todo lo dicho ciertamente creo que es muy importante en el diálogo ecuménico expresar el lugar que ocupa Nuestra Señora como señal de esperanza para nosotros hombre y mujeres. Y que el Señor quiere que más y más la sigamos para llegar más cerca de Cristo: no es algo, Ella, que nos aparte de la Unidad con Cristo, sino que muy al contrario, nos lleva a Cristo”.
María, madre de la unidad de los cristianos, cada vez más presente entre todos los cristianos
AA -“Este es un motivo de esperanza, el ver que María está cada vez más presente, incluso con una estatua o un a imagen en muchas iglesias protestantes; pero incluso muchos teólogos han descubierto a María como, tal y como algunos gustan de llamarla, Madre de la Unidad de los Cristianos.
JP -Eso es fenomenal. Con la exhortación apostólica del Papa Francisco “Laudato Si” y la armonía que buscamos en el universo como casa común, también nos viene a la cabeza, o debería, el buen uso al que estamos llamados a poner a los dones y recursos que Dios ha puesto a nuestro alcance. Se me ocurre que deberíamos preguntarle a Dios Creador cómo debo yo poner a buen uso todo esto, y no ser codiciosos y tomarlo todo indiscriminadamente.
Esto se me ocurre que aplicado a la moral sexual de la Iglesia constituye toda una ecología del sexo desde la antropología trascendental y moral, un vivir la pobreza de espíritu buscando preguntar al Padre común lo que es bueno y lo que no es bueno para nosotros. También casa armónicamente desde mi punto de vista con la idea de sobriedad en el uso de los recursos, o de una sostenibilidad moral y sexual. En el principio también disponemos en la Sagrada Escritura del símbolo del fruto bueno y que sin embargo no se nos permite tomar.
Estas discrepancias en la moral sexual, ¿son también otro escollo para la fe luterana, o no tienen que ver con el sentimiento de todos?
Nuevos desafíos éticos
AA -Sí, estás en lo cierto, existen estas diferencias de carácter ético que se han convertido en dificultades incluso en el seno de la iglesia luterana. Y debemos recordar que hay un gran número de personas allí fuera que comparten nuestras opiniones; vemos que una de las dificultades principales lo constituye la aceptación en algunos casos de los casamientos de personas del mismo sexo. Ello se ha convertido en una cuestión literalmente compleja [ver aquí oposición en Finlandia, y aceptación en Noruega, y Suecia], porque muchos pastores luteranos no quieren celebrar este tipo de bodas; diría por tanto que dentro de la iglesia luterana esta es la gran discusión en estos días, y está claro que en el diálogo ecuménico es una cuestión que constituye un claro escollo. Podríamos decir que vemos por un lado a los cristianos dogmáticos de siempre que aceptan la iglesia, los sacramentos y el puesto de María en la Fe, y por otro lado topamos con estas cuestiones éticas nuevas que son muy, diríamos, difíciles.
Para saber más:
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