A lo largo de la tarde de hoy ha tenido lugar de forma telemática el arranque de la 49ª – 50ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada.
Tras el mensaje inaugural del Papa Francisco, que ha emplazado a todos los participantes a no tener miedo y a «ponerse “a tiro” del Espíritu Santo», ha llegado el turno del obispo de León, Luis Ángel de las Heras CMF. Antes, sin embargo, han intervenido de forma sucinta: el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, quien ha mandado un breve mensaje de aliento a todos los participantes; el padre Mathew Vattamatam, el superior general de los misioneros claretianos, que ha recalcado el cambio de paradigma en la sociedad respecto a la vida religiosa; Antonio Bellella CMF, quien ha presentado la primera parte del programa semanal; Francisco García, decano de la facultado de Teología de la UPSA, quien ha subrayado la necesidad de «actuar proféticamente ante todo lo que enreda a la Iglesia»; y por último, Carlos Martínez Oliveras, quien ha introducido la intervención de Luis Ángel de las Heras.
El también presidente de la comisión de la Vida Consagrada de la CEE, comenzó su conferencia La vida consagrada al paso del Pueblo de Dios hablando sobre esta vocación peregrina, que siempre está en misión, que siempre está en camino.
«Estamos llamados a construir, a caminar. Caminando estamos vivos, despiertos, atentos. Esta imagen del camino en la vida consagrada no evoca autocomplacencia, sino donación generosa y gratuita». «No estaremos vivos si nos percibimos cada uno, o cada instituto, cabizbajo, yendo por nuestro lado, lejos de otros e incluso lejos del Señor. Caminamos con los hermanos y caminamos con el Señor».
Referenciando al Pueblo de Dios en salida, el congreso de laicos del año pasado, De las Heras ha hablado de un modo de vida compartida entre los distintos estado de vida y señalado en qué se sustenta este caminar conjunto en tres puntos: «La misión compartida, la interacción intergeneracional e intercultural y la organización de estructuras al servicio de la misión». También ha comentado la importancia de en este ir de la mano entras las distintas realidades que conforman la vida de la Iglesia, es clave identificar los roles: «hay que dejar a los laicos ser laicos y a los consagrados, consagrados». «Los cuatro itinerarios del congreso de laicos fueron: primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida pública. Debemos avanzar con ellos y compartir más tareas en la única misión».
Citando al poeta y sacerdote Pedro Casaldáliga, el prelado leonés, también claretiano, ha ido abordando la perspectiva de Cristo como camino para, por último, especificar a lo que se refiere el ir en camino y la dirección de ese camino: a la casa de los pobres.
Su ponencia ha concluido con un vídeo del siguiente poema de Casaldáliga.
Piensa también
con los pies
sobre el camino
cansado
por tantos pies caminantes.
Pedro Casaldáliga
