El claretiano Luis Ángel de las Heras ya es el obispo de León. La catedral de la diócesis leonesa ha acogido una celebración, marcada como las ultimas celebradas en España, por la pandemia del coronavirus. El que ha sido cuatro años obispo de Mondoñedo-Ferrol asumía su nuevo servicio con la esperanza de acompañar a «una Iglesia de comunión, misionera, misericordiosa y samaritana que prepare con esfuerzo, gozo y esperanza los caminos del Señor». Esta ha de ser nuestra belleza decía el obispo, «estos, los pasos, los perfiles y las vidrieras de nuestra fe y nuestro anuncio». El obispo ha invitado a la diócesis a «soñar», corresponsablemente, «por una decida conversión pastoral y misionera, de suerte que nuestras estructuras y relaciones se transformen y se configuren con mayor apertura, en constante actitud de salida. Manchémonos las manos con el trabajo evangelizador que evita la introversión eclesial y eleva los valles del temor y el desaliento». La Eucaristía de toma de posesión contó con la presencia del nuncio Bernardito Auza, que concelebró junto con el obispo emérito local Julián López y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz.
Una vez sentado en la cátedra, De las Heras recibió un caluroso aplauso por parte de las 300 personas que pudieron estar presentes en este aforo limitado marcado por la pandemia. Y a este respecto, pronunció sus primeras palabras como obispo, recordando «a los golpeados por la muerte, enfermedad, precariedad, pobreza y desesperanza en León y en todos los lugares de la tierra. De la misma manera, ha querido reconocer el trabajo de los sanitarios y de quienes están en primera línea en la lucha contra la pandemia, entre los que también incluyó a los sacerdotes. «Nuestro recuerdo agradecido —una vez más y nunca serán suficientes— a los profesionales de la salud y trabajadores de otros servicios en primera línea frente a la covid-19. Igualmente, a sacerdotes, consagrados y voluntarios que cuidan, acompañan y alientan con generosidad a tantas personas que lo necesitan. Nuestra oración, afecto y compromiso están con ellos, así como con todas las gentes que sufren por múltiples causas: compartimos con todos la vulnerabilidad humana que solo Cristo puede colmar de esperanza».
Comunión como Pueblo de Dios
«Es la hora de todos y nos necesitamos todos como Pueblo de Dios en misión». Con estas palabras el obispo invitaba a la comunión, «comunión igualmente con los hermanos obispos de España, que os unís a esta celebración con vuestra cercanía y oración. Comunión, por supuesto, con los laicos en su riquísima variedad y número, con las familias, con la vida consagrada de León y de España y con los sacerdotes de este ya bien querido presbiterio diocesano. Expreso asimismo mi cordialidad y disponibilidad a las autoridades con las que estamos llamados a colaborar por el bien común».
Cabe destacar el cariñoso recuerdo que el obispo tuvo hacia su padre que nos sigue con sus 90 años desde la residencia» y de la misma manera, ha mencionado al fallecido cardenal Fernando Sebastián, claretiano y que fue obispo de León de 1979 a 1988.
De las Heras también agradeció al ahora obispo emérito, Julián López, su ayuda en este nuevo envío en clave de misión en estos últimos dieciocho años: «La suya ha sido una entrega que agradecemos y reconocemos vivamente. El Señor le pagará su servicio ministerial, D. Julián, querido hermano, como solo Él puede y sabe hacerlo: con el ciento por uno ahora, entre nosotros, y la vida eterna. Gracias por su cercana acogida y por hablarme tan bien de estos queridos diocesanos».
Por su parte, Julián López quiso despedirse del cargo en un emocionado discurso de agradecimiento por estar al frente del Obispado desde el año 2002. El ‘Himno a la Virgen del Camino’ despidió una ceremonia en la que la diócesis León estrenó obispo e inició una nueva etapa con el reto de seguir llegando a todos los rincones de su demarcación y continuar con sus intensas labores evangelizadoras y caritativas.
Pastores misioneros
Durante su intervención al inicio de la misa, el nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, expresó el deseo del Papa Francisco hacia los obispos españoles, para que continúen trabajando «en clave misionera, con muestras de proximidad, cercanía, disponibilidad para escuchar, atender y animar».
A esta celebración, condicionada por el cumplimiento con todas las medidas de precaución que impone la situación de alerta sanitaria y con la mitad del aforo de la catedral han acudido 18 obispos entre los que se encontraba el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y los arzobispos de Oviedo, provincia eclesiástica en la que se integra la diócesis de León, Burgos y Santiago de Compostela. También ha habido una representación de los ámbitos civiles, militares y académicos, con presencia del alcalde de León, José Antonio Diez, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez y el rector de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín.
