La pandemia se ha cobrado la vida en los últimos días de otros dos obispos latinoamericanos: el argentino José Melitón Chávez, y el colombiano Arturo Correa Toro. El primero, titular de la diócesis de Concepción de Tucumán, murió en la noche del pasado 25 de mayo con solo 63 años. El segundo, emérito de la de Ipiales, en Colombia, lo hizo el día 27 por complicaciones derivadas del virus un mes después de cumplir los 80.

Correa: misionero en Honduras
Arturo Correa nació en la localidad de Ituango el 26 de abril de 1941 y se ordeno sacerdote en 1967 en Medellín, incardinándose en la diócesis de Jericó. Parte de su ministerio sacerdotal transcurrió en la diócesis hondureña de San Pedro Sula, en la que sirvió durante una década, de 1972 a 1982. De regreso a Colombia se desempeñó como párroco en Ciudad Bolívar hasta que en 2000 Juan Pablo II lo nombró obispo de Ipiales. Consagrado el 20 de marzo de ese mismo año, esta fue su única diócesis. El Papa Francisco aceptó su renuncia por edad el 3 de febrero de 2018.

Chávez: dos veces enfermo en ocho meses
El argentino José Melitón Chávez, por su parte, nació en Romera Pozo (Tucumán) el 2 de julio de 1957, siendo ordenado sacerdote en 1985. Al ministerio episcopal fue llamado ya por el Papa Francisco, quien el 17 de octubre de 2017 lo nombró obispo de Añatuya, y en 2019 obispo coadjutor de Concepción. Asumió como quinto obispo de esta diócesis el 19 de marzo de 2020, tras la renuncia de monseñor Rossi.
El obispo Chávez llevaba un mes hospitalizado tras contraer la covid por segunda vez en ocho meses. La misa de exequias tuvo lugar el 26 de mayo, siendo inhumado en la cripta de la catedral de Concepción junto a sus dos predecesores: Juan Carlos Ferro y Bernardo Enrique Witte. La ceremonia estuvo presidida por el arzobispo de Tucumán, Carlos Alberto Sánchez, y fue concelebrada por otros cinco obispos. Solo asistieron a ella familiares, los fieles pudieron seguirla a través de las redes sociales.

Tercer obispo argentino víctima del virus
Monseñor Chávez es el tercer obispo argentino que sucumbe a la covid, el primero en el ejercicio del ministerio. Los otros dos son los salesianos Agustín Radrizzani, emérito de Mercedes-Lujan, muerto el 2 de septiembre de 2020 en Junín a los 75 años, y Marcelo Melani, emérito de Neuquén. Este último, italiano de Florencia, falleció el 14 de abril de este mismo año en el vicariato apostólico de Pucallpa, en la Amazonía peruana, adonde había partido como misionero en 2019, con 81 años. Melani fue salesiano durante 59 años, sacerdote durante 51 y obispo durante 28. «No vine a ser servido, sino a servir», fue su lema episcopal.
