Revista Ecclesia » Los obispos de la provincia eclesiástica de Toledo invitan a «fortalecer la fe y la solidaridad» tras la pandemia
Processed with MOLDIV
España

Los obispos de la provincia eclesiástica de Toledo invitan a «fortalecer la fe y la solidaridad» tras la pandemia

Los obispos de la provincia eclesiástica de Toledo han publicado una Carta Pastoral ante «la dolorosa situación por la que están pasando miles de personas cerca o lejos de nosotros». Un texto con el que han querido recordar que cada obispo en su diócesis y los sacerdotes en sus parroquias, «hemos querido alentar a todos los cristianos a mantener viva la fe y la confianza en el Señor ante esta pandemia».
Los prelados aseguran que «tenemos motivos suficientes y de peso para tener miedo, casi pánico, ante lo que está sucediendo en nuestras vidas y nos sentimos impotentes para hacer frente a esta pandemia con solo nuestras propias fuerzas». Por eso, quieren agradecer los esfuerzos del personal sanitario y de los trabajadores de las residencias», así como «la entrega y generosidad de nuestros sacerdotes que, en medio del dolor, han sabido acompañar los sufrimientos de tantas familias durante este tiempo y han alentado al pueblo cristiano, en todo momento, desde la fe, a seguir confiando y esperando en el Señor».

Tiempo para reflexionar

Desde su mensaje, los obispos lanzan una invitación para profundizar en nuestra rutina antes de la crisis, porque «tal vez teníamos asentada nuestra vida sobre unos valores con los que creíamos estar seguros y con los que parecía que lo podíamos todo, y que nada ni nadie iba a poder con nosotros, olvidando o arrinconando a Dios, creyendo, equivocadamente, que no lo necesitábamos». Algo que ha puesto de relevancia «nuestra experiencia de impotencia y fragilidad, de dolor y de aflicción se convierten en oración agradecida a Dios». No obstante, esa vivencia totalmente anómala» ha dejado al descubierto que hay muchas más personas de las que nos imaginábamos «realmente buenas, entregadas, solidarias y preocupadas por el bien de los demás». Gente buena, solidaria, entregada y generosa que, «olvidándose de sí mismos, emplean tiempo, energías y medios económicos para ayudar a otros que realmente lo necesitan; vecinos que se ayudan entre ellos, voluntarios que se entregan por entero al servicio de la solidaridad y la comunión con los que sufren». Tantas y tantas personas, que dicen son «los santos de la casa de al lado, los vecinos de los que habla el Papa Francisco, que hacen presente el amor que Cristo suscita en su corazón».

Fortalecer la fe

En este momento, es necesario «recuperar el ánimo y la confianza en que esta situación terminará» pero son muchas las personas que lo han pasado mal. A ellas debemos ofrecerles «el apoyo de Dios y de nuestra fe en Él, y el apoyo mutuo de unos a otros para lograrlo».
Por último se unen al Papa y a «los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y religiosas y los fieles laicos» para sumir juntos «los sufrimientos y los dolores, las alegrías y los gozos de los demás y, especialmente, los dolores y sufrimientos de los más débiles, animando a los desanimados e infundiendo esperanza y confianza en el Señor desde la fe y la certeza de que Cristo sigue vivo a nuestro lado». Este sostenimiento de unos con otros, será necesario también para superar las «graves consecuencias económicas, que se van a manifestar especialmente en la pérdida de muchos puestos de trabajo. Miles de personas y de familias necesitarán de nuestra generosidad, de nuestra ayuda y de nuestra solidaridad. Esta grave situación de desempleo reclama de nosotros, como cristianos, una fe comprometida, solidaria y de comunión con las personas y con las familias afectadas, una fe que nos lleve a compartir lo nuestro con los más necesitados». La carta concluye con un llamamiento a las autoridades para la «búsqueda del bien común» y apela a la «responsabilidad de las instituciones civiles, nacionales, autonómicas y locales».

Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo

Atilano Rodríguez Martínez, obispo de Sigüenza-Guadalajara

José María Yanguas Sanz, obispo de Cuenca

Gerardo Melgar Viciosa, obispo de Ciudad Real

Ángel Fernández Collado, obispo de Albacete

Carta Pastoral de los Obispos_Coronavirus (Folleto)


O si lo prefieres, regístrate en ECCLESIA para acceder de forma gratuita a nuestra revista en PDF

HAZME DE ECCLESIA

Cada mes, en tu casa