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Los expertos urgen a «proteger y reconocer» los archivos audiovisuales eclesiásticos como «patrimonio histórico y bien cultural»

Este martes en Valencia ha arrancado el XXXIII Congreso de Archiveros de la Iglesia en España que se celebrará hasta el viernes

El XXXIII Congreso organizado por la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España (AAIE), que se celebra en Valencia en torno al tema “Archivos y Patrimonio”, se ha iniciado este martes con la petición de urgir a «proteger y reconocer» los archivos audiovisuales eclesiásticos como patrimonio histórico y bien cultural.

La ponencia inaugural ha sido ofrecida por Dario Viganó, presidente y fundador de la Fundación Memorias Audiovisuales del Catolicismo (MAC), que fue Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede. En su conferencia “Memorias audiovisuales del Catolicismo. Valorización del patrimonio audiovisual”, Viganó ha expresado la urgencia de «salvar y proteger el patrimonio histórico audiovisual del catolicismo» para la custodia de nuestra memoria.

Según ha expresado, es un hecho evidente que «frente a las efectivas políticas de protección y sensibilización para la preservación del patrimonio audiovisual ya iniciadas tiempo atrás por instituciones estatales y organismos internacionales especializados a nivel mundial, la Iglesia católica en su conjunto se ha quedado sustancialmente rezagada, perdiendo ya irremediablemente una gran parte de su memoria audiovisual difundida por todo el mundo».

También ha apuntado que los audiovisuales siguen estando escasamente reconocidos como “patrimonio histórico” y “bien cultural”, es decir, se percibe claramente una «dificultad y un retraso culturales que impiden que los audiovisuales sean tratados con el cada vez más necesario enfoque ‘archivístico-documental».

En este sentido, ha lamentado que «gran parte del patrimonio audiovisual mundial ya se ha perdido irrevocablemente por negligencia, destrucción, deterioro y falta de recursos, competencias y estructuras, empobreciendo así la memoria de la humanidad». Es más, «se perderá mucho más si no se adoptan medidas internacionales más enérgicas y concertadas».

Crear una ‘Mediateca’

Según ha expresado Viganó, en una entrevista realizada al Papa Francisco sobre cine, este escenario «se vio fortalecido» porque el propio Pontífice demostró ser muy consciente del retraso de la Iglesia en este frente al revelar su pensamiento sobre la posibilidad de crear una «institución que funcione como Archivo Central para la conservación permanente, ordenada según criterios científicos, de los fondos audiovisuales históricos de los organismos de la Santa Sede y de la Iglesia universal».

Se trata de una “Mediateca” para la recolección y custodia del patrimonio de fuentes audiovisuales históricas de alto nivel religioso, artístico y humano. Según palabras del propio Pontífice, «debemos ser hábiles custodios de la ‘memoria en imágenes’ para transmitirla a nuestros hijos y nietos. No debemos subestimar la importancia de estos documentos que pese a ser un patrimonio reciente es muy frágil y necesita cuidados recientes». Por ello, el catolicismo se enfrenta hoy a un reto cultural especialmente exigente en este campo.

A partir de estos debates nació la propuesta de la Fundación Memorias Audiovisuales del Catolicismo, creada en 2023, para dar respuesta a la urgencia cultural de la recuperación, preservación y puesta en valor del patrimonio histórico audiovisual y del patrimonio documental relacionado con el Catolicismo. Y «pretende hacerlo fomentando los proyectos de restauración y de investigación, promoviendo la digitalización de los materiales de archivo y la valorización de los ya digitalizados, favoreciendo el intercambio de información, buenas prácticas y el desarrollo de modelos pedagógicos específicos».

«Poner en valor el peso que en la sociedad tienen los archivos eclesiásticos»

En la apertura de este Congreso, el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Arturo Ros, ha hecho un llamamiento a «poner en valor el peso que en la sociedad tienen los archivos eclesiásticos». Los archivos eclesiásticos son «memoria de la sociedad», ha recordado monseñor Ros, que ha puesto como ejemplo la documentación archivada en la Catedral de Valencia que permitió recuperar las pinturas murales de los ángeles músicos de la Seo. «Los archivos son un servicio a la cultura y a la sociedad puesto que se convierten en un camino a la evangelización y a la búsqueda de la verdad».

Igualmente, en la apertura del Congreso organizado por la AAIE también ha estado presente Ana María López, subdirectora adjunta de la Subdirección General de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura y Deporte, que ha animado «a dar a conocer un patrimonio maravilloso y desconocido» que se encuentra en los archivos. «Es una forma de conocer la historia y la vida, y también el arte y de acercarse al rico patrimonio que atesoramos».

Por su parte, el director del Secretariado de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española, Pablo Delclaux Müller, ha agradecido a los participantes en el Congreso «su gran labor pastoral» que realizan a través de los archivos.

Conocer el patrimonio

En el discurso de apertura, a cargo de Francisco Juan Martínez Rojas, presidente de la Asociación de Archiveros de la Iglesia, se ha hecho hincapié en el valor del patrimonio. «Desde los inicios de la historia de la Iglesia las comunidades cristianas han generado un patrimonio para llevar a cabo la triple emisión de la Iglesia que es el anuncio de la palabra de Dios, la evangelización y la celebración del culto y la caridad».

Así, ya en el ‘Libro de los hechos de los Apóstoles’ «aparece la creación de ese patrimonio a partir de la puesta de los bienes en común, de las donaciones y del mecenazgo. Desde el siglo IV se reconoce el derecho a la propiedad por parte de la Iglesia y, a partir de ahí, se genera un patrimonio que ha tenido el reflejo documental que demostraba la propiedad de la Iglesia, de sus bienes muebles e inmuebles, de la generación de obras de arte y del sostenimiento de las obras de caridad, hasta el siglo XIX y los procesos desamortizadores que la privaron de gran parte de esos bienes materiales», ha afirmado Martínez Rojas.

Parte de ese patrimonio «que son los documentos que conservamos en los archivos eclesiásticos» sirven para «conocer mejor el pasado y demostrar la propiedad de los bienes de la Iglesia en la actualidad», ha concluido el presidente de la Asociación de Archiveros de la Iglesia.



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