Alegría y agradecimiento. Estos son los sentimientos que rezumaban en la acogida oficial de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada en lo que fue el convento de las Capuchinas de Castellón.
El Obispo, monseñor Casimiro López Llorente, comenzaba la homilía en la eucaristía celebrada este sábado 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen, declarando que “desbordaba de gozo por acoger en Castellón una comunidad religiosa de vida contemplativa”. Las hermanas, respondían con una actitud de disponibilidad y sencillez hacia la Iglesia Diocesana, sus sacerdotes y fieles. Nada más terminar la celebración, las religiosas inauguraron la adoración perpetua en la ciudad.
Una de las mayores aportaciones que trae esta congregación, fundada en 1943 en Málaga por la Madre María Rosario del Espíritu Santo, a la Capital del Plana es la adoración perpetua. Otro motivo de gozo para el Obispo, que deseaba que “sintamos que aquí –en la Eucaristía- está la fuente de nuestra vida personal y diocesana”. Por eso afirmaba que esta casa religiosa contemplativa “debe ser en medio del barrio un lugar luminoso que nos lleve a Dios. Que esa presencia del Señor irradie sobre la ciudad y sobre toda la Diócesis”.
Mons López Llorente completaba su intervención dirigiéndose a los numerosos fieles que llenaban el templo asegurándoles que las hermanas están atentas a recoger las peticiones de oración que les hagan, para llevarlas al Señor: “Que lo sepa todo Castellón, los sacerdotes, religiosos y familias”, exhortaba al tiempo que manifestaba la expectativa de que “veamos a los fieles venir a acompañarlas en la adoración”. A continuación daba los horarios de exposición pública del Santísimo: de siete de la mañana a dos, y de cuatro y medie a ocho y media de la tarde.
Tres lugares de adoración perpetua
Con la Adoración Perpetua de las Esclavas en Castellón ya hay tres puntos en la Diócesis: la otra casa de la congregación en Burriana, y la parroquia de San Jaime y San Bartolomé de Nules. Precisamente, entre los numerosos sacerdotes presentes en la celebración, estaba el párroco e impulsor de esta iniciativa que el 24 de septiembre cumplirá tres años, Esteban Badenes. También concelebraron el Vicario General y párroco de Santa María, parroquia que atenderá a las hermanas, Miguel Simón, y el Delegado para la Vida Contemplativa y nuevo párroco de la Sagrada Familia, Joaquín Guillamón. No faltó el recuerdo hacia las capuchinas por su presencia secular y el agradecimiento a ceder el edificio a las Esclavas.
Las Religiosas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada tienen como ideal, según sus propias Constituciones, “imitar en su vida interior y exterior la vida que lleva Jesús en el Santísimo Sacramento, ofreciéndonos en oblación de amor, estrechamente unidas a la Víctima Sagrada del Altar, para la mayor gloria de su Eterno Padre”. La Congregación se fundó el 24 de diciembre de 1943 en Málaga donde fue establecida como Pía Unión el 24 de febrero de 1944. Se trasladó a Granada y el 15 de septiembre de 1948 fue aprobada como Congregación de Derecho Diocesano. El 7 de octubre siguiente se celebró solemnemente el acto de erección canónica e hicieron los votos perpetuos las primeras profesas. Las Esclavas del Santísimo Sacramento obtuvieron la aprobación Pontificia el 31 de mayo de 1989, y en 1993 fundaron su primera casa en la Diócesis de Segorbe-Castellón, en la ciudad de Burriana.

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