En una declaración de Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, el Vaticano agradeció las donaciones llegadas desde china para luchar contra la COVID-19. «La Santa Sede aprecia este generoso gesto y expresa su gratitud a los obispos, a los fieles católicos, a las instituciones y a todos los demás ciudadanos chinos por esta iniciativa humanitaria, asegurándoles la estima y las oraciones del Santo Padre», expresó Bruni.
En el comunicado de la Santa Sede se hace mención a dos organizaciones que han participado en el envío de mascarillas y otro material médico. La Cruz Roja China, y la Fundación de Caridad Hebei Jinde, que han enviado los suministros «como expresión de la solidaridad del pueblo chino y de las comunidades católicas con los que participan en la atención a los afectados por el COVID-19 y en la prevención de la actual epidemia de coronavirus».
Precisamente, hace una semana la agencia Fides, el órgano de información de Obras Misionales Pontificias, anunciaba que a raíz de la iniciativa de grupos católicos chinos se iba a realizar el envío de varios miles de mascarillas: 10.000 mascarillas del modelo N95 (similar a las FFP2 y FFP3 europeas), más de medio millón de mascarillas desechables, 2.000 guantes quirúrgicos, 8.000 monos y 6.000 gafas protectoras. «Hágalo por nosotros, 1.3 billones de católicos por todo del mundo. ¡Le rogamos que se cuide!», era el mensaje que le enviaban a Francisco, junto con el material, los católicos chinos.
