OMPRESS-BAMAKO (17-1-13) La misionera valenciana Felisa Alcocer, que actualmente lleva diez años en Bamako, la capital de Mali, ha manifestado a la agencia AVAN del Arzobispado de Valencia que “estamos viviendo estos momentos con incertidumbre y nerviosismo porque aunque hay mucha vigilancia los rebeldes pueden llegar en cualquier momento, se encuentran a poco más de un centenar de kilómetros, y no se sabe en qué va a terminar esto”.
La misionera ha explicado que, según los testimonios de los refugiados que llegan a la capital, “a los primeros que cogen los rebeldes son a los cristianos” y ha asegurado que la iglesia de la localidad de Djabali, a 400 kilómetros de la capital Bamako, fue tomada ayer y ocupada por los insurgentes que “han colocado la bandera arriba”.
La religiosa, que pertenece a la congregación de María Inmaculada, ha asegurado, que “algunas personas que conocemos en las zonas de conflicto nos han explicado que cuando los rebeldes llegaron a la ciudad de Djabali, lo primero que hicieron fue atacar la iglesia e instalarse allí mientras que el catequista tuvo que huir con el Santísimo”, ha añadido.
La religiosa ha afirmado que “los refugiados que huyen de las zonas de conflicto son muchísimos y cada vez habrá más porque los rebeldes salen de todos los lados”. Asimismo, ha expresado que “estamos rezando para ver si esta gente se convierte al bien pero no es fácil”.
Felisa Alcocer de 67 años ha manifestado que “de momento en Bamako no hay rebeldes aunque ya han detenido a algunos que se dedicaban a informar a la población por si alguien quiere unirse a ellos”.

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