La Iglesia en Argentina se une en Jornada de Ayuno y Oración contra las drogas y el narcotráfico
Los fieles de las diócesis argentinas se unirán este 7 de diciembre en una Jornada de Oración y Ayuno contra las drogas y el narcotráfico. Este gesto penitencial acompaña la preocupación del episcopado argentino, que semanas atrás presentó una declaración denominada: El drama de la droga y el narcotráfico, en la que expresaron que “la Iglesia, profundamente preocupada por esta grave situación, hace sus esfuerzos dentro de su propia realidad para contribuir a promover la vida en una sociedad libre del flagelo de las drogas. Se tejen redes, se informa, se invita a grupos de ayuda y recuperación, se habla del dolor y se lo transforma”.
La invitación a sumarse a esta Jornada de Ayuno y Oración ha sido recordada ayer por los obispos reunidos en la 166º Comisión Permanente, mediante un comunicado, donde enfatizan que la “la gravedad del tema requiere una actitud definida de toda la comunidad. Todos estamos invitados a participar de esta jornada y hacer de ella un silencioso y profundo clamor que exprese nuestra decisión de erradicar este flagelo, prevenir y acompañar a nuestros hermanos y familias que han sido sus víctimas, y rezar por la conversión de quienes lucran con la vida de nuestros jóvenes”.
Así, en las catedrales, santuarios, capillas y parroquias del país, los fieles realizarán oraciones comunitarias, participarán en la celebración de Misas, en la adoración al Santísimo, pidiendo a Dios para que mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de la Ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas. Así mismo, pedirán por la construcción de una cultura del encuentro y la solidaridad, como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna, y por la conversión de los narcotraficantes.
Comunicado de los Obispos reunidos en la 166º Comisión Permanente
Los Obispos reunidos en la Comisión Permanente queremos recordar a nuestros fieles y a todas las personas de buena voluntad el sentido e importancia de la Jornada de oración y ayuno, que propusimos para este 7 de diciembre como gesto penitencial que acompañe nuestra preocupación expresada en la declaración: “El drama de la droga y el narcotráfico”.
La gravedad del tema requiere una actitud definida de toda la comunidad. Todos estamos invitados a participar de esta Jornada y hacer de ella un silencioso y profundo clamor que exprese nuestra decisión de erradicar este flagelo, prevenir y acompañar a nuestros hermanos y familias que han sido sus víctimas, y rezar por la conversión de quienes lucran con la vida de nuestros jóvenes.
Ponemos esta intención en las manos de nuestra Madre de Luján, Patrona de nuestra Patria.
166º Comisión Permanente
Buenos Aires, 3-4 de diciembre de 2013

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