El Papa Francisco ha aprobado la propuesta de que la Colecta de Tierra Santa programada para este año, se realice el domingo 13 de septiembre, cerca de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz que conmemora el hallazgo de la Reliquia de la Cruz por Santa Elena. Esta nueva fecha es un signo de solidaridad con las comunidades cristianas de Oriente Medio y sus estructuras, como hospitales y escuelas; ya que sin la ayuda recolectada el Viernes Santo, y con la pandemia que empeora la situación, aumentaría considerablemente su sufrimiento. El prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, cardenal Leonardo Sandri, explica en una entrevista a Vatican News las razones de este cambio.
—Eminencia, ¿qué cambia con esta decisión?
—Me gustaría responder con la primera frase que escribimos para invitar a todos a la Colecta del Viernes Santo 2020, tomada de los pensamientos de Pascal: «Jesús estará en agonía hasta el fin del mundo, no debemos dormir durante este tiempo». Es decir, en este momento de sufrimiento para todo el mundo, tanto para nuestros países del mundo oriental como para todo el mundo occidental, esta visión que tenemos cada día de víctimas, de sufrimiento, de muertes por esta pandemia, es una continuación de la agonía de Jesús. Y con esta carta invitamos a unirnos a la Pasión de Jesús, siguiendo sus pasos a través del sufrimiento, la Cruz y la Resurrección. Lamentablemente, no será posible hacerlo con el entusiasmo y la libertad que teníamos cuando no existía esta terrible tribulación para el mundo. Y así nuestras ansiedades se han trasladado a todos aquellos que están sufriendo especialmente en el Oriente Medio y me refiero a Irak, Irán, Siria, Líbano, Egipto, todos los países de los que se ocupa la Congregación de las Iglesias Orientales, que también sufren esta pandemia. Lo que significa un agravamiento de todas las necesidades yque tienen estos países, estas comunidades cristianas, sobre las cuales la Congregación se inclina para dar su propia ayuda.
—¿Qué tipo de estructuras que obran en Tierra Santa reciben ayuda de la colecta?
—Las escuelas, los hospitales… Pensemos en los hospitales de Siria que han sido reabiertos después de tanta violencia y que están abiertos a todos, a los cristianos, a los musulmanes. O las escuelas para niños que no pueden pagar su propia matrícula porque sus familias son pobres – están exiliados, son refugiados. Por tanto, creo que el Santo Padre ha tenido una sensibilidad con respecto a nuestra propuesta, diría razonable, de asegurar que esta Colecta de Tierra Santa no tenga lugar este Viernes Santo porque en muchas partes es imposible. Pensemos en la gente que está sin trabajo porque cierran todas las actividades: ¿cómo podemos pedir solidaridad para Tierra Santa?
—¿Por qué se eligió la fecha del 13 de septiembre para la próxima Colecta?
—El Papa ha pensado en trasladar esta Colecta al domingo cerca al 13 de septiembre, en el cual se celebra la Exaltación de la Cruz y, por lo tanto, los Pastores de la Iglesia, las Conferencias Episcopales, los obispos, organizarán esta Colecta de manera diferente pero no olvidarán este sufrimiento de los hermanos y hermanas de las Iglesias y países de Oriente Medio y de todas las Iglesias orientales, que están afectados aún más con esta pandemia que aflige hoy al mundo entero.
—¿Cómo se puede explicar completamente la relación entre el Viernes Santo y el día de la Exaltación de la Cruz?
—Pablo VI, cuando instituyó esta Colecta para Tierra Santa, pensó en la culminación de la vida terrenal de Jesús, su crucifixión, para hacernos reflexionar a todos, a todos los cristianos, sobre un punto: “Pero, ¿qué estamos buscando? Estamos buscando a Jesús con nuestro retorno a la Palabra de Dios, la penitencia, la expiación de los pecados”. Por lo tanto, esta fiesta del 13 de septiembre, que conmemora el hallazgo de la Cruz de Cristo, permite en cierto sentido “tocar” aún más los sufrimientos y la redención del mundo realizada por Cristo. El Papa ha querido unir esta colecta del Viernes Santo, en este año excepcional a causa de la pandemia, al 13 de septiembre -aunque es posible hacer la colecta en un domingo cercano- para permitir que la gente tome conciencia y sensibilidad ante las necesidades de sus hermanos y hermanas del mundo oriental y mostrar una solidaridad concreta, para que no se pierdan todas las iniciativas de apoyo que se llevan a cabo a través de la Custodia de Tierra Santa y de nuestra Congregación.
—Por lo tanto, se podría decir que en el mensaje de la Resurrección que está implícito en la Fiesta de la Exaltación de la Cruz hay también un mensaje de esperanza para el mundo afligido en este momento por la pandemia…
—Por supuesto. Nosotros en las celebraciones del Viernes Santo cantamos “Ave spes nostra”, la cruz de Cristo es nuestra esperanza, nuestra única esperanza. También me gustaría hacer un pequeño recordatorio a todos porque la esperanza de la cruz de Cristo viene a nosotros como consolidada a través de Nuestra Señora. Los obispos de América Latina —el CELAM, la Conferencia de Obispos Latinoamericanos— han pedido la consagración de América Latina a Nuestra Señora de Guadalupe a las 12 del mediodía del día de Pascua. Me parece una esperanza también para todos los países de Oriente Medio. Pienso por ejemplo en Irak: ustedes saben que en Irak hay aún más sufrimiento por esta pandemia, como en Irán. Bueno, para la fiesta de San José, el Patriarca Su Beatitud Sako envió un mensaje de solidaridad e hizo rezar el Rosario por Italia y por todo el sufrimiento del mundo occidental. Así que creo que todos nuestros hermanos y hermanas de Oriente Medio, en Siria, Líbano, Irak e Irán, católicos cristianos unidos, toda la población que sufre mirará a ese día de Pascua, o al domingo siguiente cuando sea la Pascua oriental y ortodoxa, y mirará a María con la esperanza de que Ella, que es nuestra esperanza, una esta pandemia a la cruz de Cristo y nos ayudará a afrontar todos estos sufrimientos con dignidad, con respeto y siempre en las manos de Jesús nuestro Salvador.
