La asignación tributaria en nuestras diócesis, Ángel Rubio Castro, obispo de Segovia
En la Declaración de la Renta hay dos casillas: una destinada a la Iglesia Católica y otra a “otros fines sociales”. ¿Qué sucede si el declarante elige marcar las dos?
Al marcar las dos casillas estás entregando un 0,7% de tus impuestos a la Iglesia católica y otro 0,7% a los denominados “otros fines sociales”. La decisión personal de los contribuyentes a la hora de marcar la casilla seguirá siendo fundamental. Pueden hacerlo o bien solo para la Iglesia católica, o bien conjuntamente para la Iglesia católica y para los llamados “otros fines sociales” entre los que se encuentran diferentes ONGs e instituciones como pueden ser Caritas, Manos Unidas, organizaciones de misioneros, etc. Ninguna de las dos opciones significa que el contribuyente vaya a tener que pagar más ni que le vayan a devolver menos.
La labor religiosa y espiritual de la Iglesia, ya de por sí de gran significado social, lleva además consigo otras funciones sociales: la enseñanza; la atención integral a los niños, los ancianos, los discapacitados; la acogida de los inmigrantes; la ayuda personal e inmediata a quienes la crisis económica pone en dificultades; los misioneros en los lugares más pobres de la tierra. Todo ello surge de las vidas entregadas y de la generosidad suscitada en quienes han encontrado su esperanza en la misión de la Iglesia. Con poco dinero, y gracias a la generosidad de millones de personas en todo el mundo, la Iglesia sigue haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto.
Las cosas espirituales no pueden medirse en términos económicos, pero sí el tiempo que muchas personas dedican al anuncio del Evangelio, a la catequesis, al asesoramiento y orientación personal en temas religiosos y morales, a la escucha y al consejo. Esas horas invertidas a lo largo de un año, a precio de mercado, supondrían un gasto de unos 2.000 millones de euros; sin embargo, como los criterios de gratuidad y de servicio son dominantes en el mensaje cristiano, no se gastan en esas tareas más que una tercera parte.
Nuestra diócesis de Segovia dispone de un riquísimo y vasto patrimonio. Cuenta con 330 iglesias y más de 130 ermitas como lugares de culto en donde se albergan y cuidan multitud de obras artísticas de belleza y valor extraordinarios. Son bienes que un día nacieron con una finalidad evangelizadora y que hoy, además, constituyen una fuente de riqueza para toda la sociedad gracias al interés turístico que despiertan. Todo este patrimonio, sin embargo, necesita ser conservado y rehabilitado, y eso supone grandes desembolsos.
La colaboración entre la Iglesia y las administraciones para el mantenimiento de los templos es muy positiva pero insuficiente. La Iglesia con la cantidad que recibe de las “X” financia, aproximadamente, el 25% de sus necesidades económicas, el restante 75 % proviene de aportaciones voluntarias, donaciones, colectas, gestión del patrimonio, etc. Hay que decir que respecto del ejercicio anterior este año (IRPF del 2011) disminuido un poco el número de declaraciones con asignación a favor de la Iglesia católica quedándose en el 34,83%, inferior al obtenido en 2010 (35,71%). No obstante, hay que tener en cuenta que en este ejercicio ha aumentado el número de contribuyentes que no tienen obligación de presentar la declaración, según fuentes de la Agencia Tributaría 6,7 millones de personas. Esta tendencia se refleja también en los datos de nuestra diócesis de Segovia. Frente al 47,76% de declaraciones con asignación a favor de la Iglesia católica en el IRPF del 2010 (35.958 declaraciones) se ha pasado al 46,74% en el ejercicio del 2011 (35.399 declaraciones).
Solo queda, pues, concluir animando a todos los miembros o simpatizantes de la Iglesia católica a colaborar con ella poniendo la “X” en la casilla correspondiente. Una año más gracias a todos por todo.
+ Ángel Rubio Castro
Obispo de Segovia

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