Revista Ecclesia » José Cobo anima a los jueces a ser «instrumentos de la justicia que viene del corazón de Dios» en la apertura del año judicial
Misa en la Apertura del año judicial en la parroquia madrileña de Santa Bárbara. Foto: Archimadrid.
España

José Cobo anima a los jueces a ser «instrumentos de la justicia que viene del corazón de Dios» en la apertura del año judicial

Donde estáis vosotros, que sois creyentes, está también toda la Iglesia», les ha dicho durante la Eucaristía en la parroquia de Santa Bárbara

La parroquia madrileña de Santa Bárbara ha acogido este jueves, 7 de septiembre, la tradicional Eucaristía con motivo de la apertura del año judicial en España. La celebración ha estado presidida por José Cobo, arzobispo de Madrid, y concelebrada por el vicario episcopal de la Vicaria VII, Juan Carlos Merino, así como por el párroco, Felipe González, ha informado la archidiócesis de Madrid.

El recientemente nombrado cardenal ha comenzado su homilía agradeciendo a los jueces allí presentes su esfuerzo y dedicación plena, y les ha instado a «no olvidar los dramas y los rostros que hay detrás de cada pliego de instrucción», según se detalla en las palabras recogidas por la archidiócesis de Madrid. Para ello, ha ofrecido a la Iglesia como apoyo para «no perder el norte del Evangelio en los momentos de dificultad».

«La justicia —ha proseguido monseñor Cobo— tiene que ser la respuesta de la sociedad organizada, a través de un poder judicial independiente», a tantos gritos de tanta gente «con tantas heridas», uniéndose a la máxima democrática de «que en verdad rija el derecho», que «no se perpetúe la deshumanización» y «proteger a los vulnerables».

«Para todo ello, Dios cuenta con vosotros», les ha encomendado el arzobispo de Madrid, recordándoles que «no vais solos».«Donde estáis vosotros, que sois creyentes, está también toda la Iglesia», les ha animado, invitándoles a poner sus trabajos «detrás de Jesús, que coge la cruz, sabiendo que Él va por delante».

Asimismo, Cobo ha alabado la figura de Dios como «el único juez universal», recordando a los magistrados la llamada a ser «instrumentos de la justicia que viene del corazón de Dios». Una justicia que, a su juicio, «tiene mucho que ver con la misericordia», aseveración para la que se ha apoyado en una cita de santo Tomás: «Solo la misericordia permite a la justicia alcanzar la plenitud». Por tanto, ha resumido, «la justicia se humaniza» con la misericordia.

Por último, ha animado a los jueces a la oración siguiendo al apóstol san Pablo, como «la mejor forma de empezar el año» y para «echar una mano a Dios para realizar su sueño de justicia».



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