Jornadas de la Juventud en clave de misión, por Eugenio Raúl Rincón de Prados
Eugenio Raúl Rincón de Prados, Miembro del Secretariado de Pastoral Juvenil de Segovia
Después de la huella tan profunda que dejó a todo nuestro país la pasada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2011 y tras la elección del nuevo Pontífice en marzo de este año, los jóvenes cristianos estábamos expectantes por seguir la nueva edición de las JMJ. Debido a la lejanía del país organizador (Brasil), desde España se han organizado distintos encuentros para seguir las jornadas (El Rocío, Santiago, etc). La diócesis de Segovia, además de algunos actos puntuales que han tenido lugar en la misma ciudad, ha elegido la localidad de Ciudad Rodrigo, en tierras salmantinas, para realizar dicho seguimiento.
En este encuentro que estaba organizado por las distintas delegaciones de Pastoral Juvenil de las diócesis pertenecientes a lo que denominadnos Región del Duero han tomado parte más de 150 jóvenes. Se ha desarrollado del 22 al 28 de Julio, coincidiendo con las mismas fechas en las que el Papa ha estado en Río de Janeiro participando en las actividades programadas para la JMJ. A lo largo de estos días, los jóvenes han realizado distintos talleres relacionados con la música, el arte y el cine para ponerlos en común con el resto la última noche antes de ver la vigilia de oración del Papa desde Brasil. Los jóvenes han vivido estas jornadas con alegría, entusiasmo y recogimiento en los momentos de oración.
Entre las diferentes actividades realizadas han resultado especialmente atractivos e iluminadores los cortometrajes grabados por los participantes relacionados con situaciones de dolor vividas por la juventud de hoy en día (aborto, drogas, alcohol, etc) en las que podemos ver las cruces contemporáneas y cómo los jóvenes son sensibles ante el sufrimiento que les rodea. Precisamente el papa Francisco en sus palabras con motivo del viacrucis celebrado en la playa de Copacabana decía lo siguiente: “Pero la Cruz nos invita también a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto, y a salir de nosotros mismos para ir a su encuentro y tenderles la mano”.
El lema del encuentro celebrado en Ciudad Rodrigo era “en clave de misión” y uno de los objetivo consistía en avivar en los jóvenes participantes el compromiso misionero que les lleve a dar testimonio del Evangelio de Jesucristo. Por esto, a lo largo de la última jornada, los participantes salieron por las calles de la ciudad para expresar su fe con sus cantos e invitar a la gente —y a los jóvenes especialmente— a participar en el festival y posterior visionado de la Vigilia del Papa con los jóvenes.
Esta temática vertebró toda la JMJ de Río, el mismo Papa, en la misa de Clausura decía: “pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás. Jesús te llama a ser un discípulo en misión”. Así pues, es fundamental que en cada diócesis se realice un trabajo posterior a estos encuentros que ayude a los jóvenes a realizar la misión de la que les ha hablado el Papa y les permita superar sus miedos en la tarea evangelizadora. “No tengan miedo —afirmaba con fuerza el papa Francisco— cuando vamos a anunciar a Cristo, es Él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, ¡nunca deja solo a nadie! ¡Nos acompaña siempre!”.
Las celebraciones han tenido un lugar muy destacado en el Encuentro de Ciudad Rodrigo al igual que en la JMJ de Río de Janeiro. Esto no hubiera sido posible sin la presencia de un grupo de sacerdotes y obispos que han querido acompañar a los jóvenes de sus respectivas diócesis y han celebrado los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. En relación a lo anterior el Papa Francisco ha dicho: “Por favor, sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos”. Por todo ello, agradecemos profundamente a los sacerdotes acompañantes la labor que han realizado.
Con la ilusión de seguir aumentando nuestra fe y de llevar a la práctica el mandado del Papa “Vayan, sin miedo, para servir”, miramos hacia el futuro de la Iglesia con optimismo y nos preparamos desde este momento para participar en la JMJ de Cracovia en 2016.
Eugenio Raúl Rincón de Prados
Miembro del Secretariado de Pastoral Juvenil de Segovia

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