El cuarto domingo de Pascua, es el domingo del Buen Pastor. Es la jornada en que la Iglesia Universal pide por las vocaciones, por aquellos hombres y mujeres que siguen a Jesucristo por los caminos de la vida.
La imagen del Buen Pastor que entrega la vida por las ovejas nos recuerda que necesitamos sacerdotes santos. ¡Ojalá la llamada prenda en tantos niños y jóvenes, de forma que se decidan a vivir con los sentimientos del Corazón del Buen Pastor! Necesitamos muchas y santas vocaciones. No llevar Cristo al mundo, no evangelizar, es, como dice el Santo Cura de Ars, perderse lo mejor de la vida. Dar a Jesús, evangelizar, pastorear, llevar a la gente a la fuente de agua viva, es de lo que más necesitada está nuestra humanidad amenazada de guerras, conflictos, pandemias y el virus terrible del egoísmo, que hace que falte el construir un mundo unido, una sociedad distinta donde los vulnerables, los pobres de solemnidad, sean lo más importantes entre nosotros. Son los pastores, la vida consagrada, las vocaciones al seguimiento de Jesús pobre, casto y obediente, lo que hace que este mundo tenga sabor a esperanza y a la alegría de saber que debemos continuar y no destruir y que para eso necesitamos la fuerza del Señor y la esperanza de muchas vocaciones que nos digan que Jesús Vive y te quiere vivo, por esto te propongo con este lema, tres aterrizajes en nuestra vida para vivir la cultura vocacional, sabiendo que su llamada significa ser amados.
- Jesús Vive. Hace años en la pascua con jóvenes se repetía una y otra vez que Jesús Vive. ¿Cómo puede vivir Jesús en mí? ¿Cómo puedo ayudar a que Jesús viva en el Corazón de los que me rodean? ¿Cómo puedo llegar a tanta gente que vive la vida sin sentido y sin esperanza? Vamos todos juntos a construir la civilización del Amor con Cristo Vivo. Pidiendo por las vocaciones, para que muchos hombres y mujeres descubran que no existe alegría más grande, que gastarse y desgastarse en el servicio al Señor, a su Iglesia y a los pobres.
- Te quiere vivo. Parece una perogrullada, pero es más actual que nunca en una sociedad que sale herida de la pandemia del covid’19 y que no sabe a dónde acudir para recobrar la alegría y la esperanza. Jesús te quiere vivo para que vivifiques, para que no te quedes en la queja estéril de los que se quedan sentados cómodamente en su sillón sin hacer nada “con la que está cayendo”
- Es la hora de la cosecha vocacional. Después de grandes acontecimientos que han afectado a la humanidad y a los pueblos y que son tragedias que pueden ser difícilmente digeridas por el corazón humano, la situación se ha convertido en “oportunidad para crecer”, en momentos de gracia. Ahora nuestra vida deber ser una invitación a que muchos se dediquen a curar heridas y a ser buena noticia para los pobres.
+ Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo
