Continúan desembarcando en las costas italianas. Más de 300 inmigrantes en estas horas llegaron a Sicilia, y sobre una embarcación estaban también los cuerpos de 8 personas. Según el último informe dramático de la Organización internacional para las migraciones (OIM), los inmigrantes muertos desde el inicio del año que intentan atravesar el Mediterráneo hacia Europa son 4220. Se les suman los 240 inmigrantes dispersos después de los naufragios del miércoles entre Libia e Italia. Y el 2016 se convierte, según la OIM, «en el año más letal nunca antes registrado».
Dos presuntos transportadores de inmigrantes de nacionalidad ucrania fueron acusados de haber conducido la barca de vela que partió el lunes pasado desde Izmir, en Turquía, con 39 inmigrantes iraquíes e iraníes abordo y que fue interceptada en el canal de Sicilia. Los dos fueron encontrados con material de interés para investigar que será catalogado. Se trata de mapas y agendas. Uno de los dos resulta responsable de otro viaje análogo de inmigrantes, también con una embarcación de vela, y era destinatario de una obligación de permanencia en Siracusa.
En Calabria, en cambio, la guardia de finanza notificó una disposición de detención a un ciudadano sirio quien según elementos de investigación, estaría vinculado al terrorismo yihadista. El hombre estaba ya en la cárcel porque había sido arrestado en el 2014 con la acusación de tráfico de seres humanos. A las tragedias del mar se le añaden, a menudo, los dramas de tantos inmigrantes explotados. En Italia, existe el fenómeno de la práctica de explotación ilícita de mano de obra, con más de 400.000 obreros agrícolas, en su mayoría inmigrantes.
Para combatir este fenómeno el Parlamento italiano aprobó una nueva normativa que se pone en acto precisamente hoy, 5 de noviembre. Ahora se trata de aplicarla, utilizando los protocolos y las nuevas normas.
L’Osservatore Romano (5-10-2016)

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