IV Domingo de Cuaresma 2019
“Los hijos de Israel acamparon en Guilgal y celebraron allí la Pascua al atardecer del día catorce del mes, en la estepa de Jericó. Y desde ese día en que comenzaron a comer de los productos de la tierra, cesó el maná. Ya aquel año comieron de la cosecha de la tierra de Canaán” (Jos 5, 10-13).
El pueblo de Israel, cuando sufrió el destierro, recordó cómo fue liberado por Dios y conducido a la tierra de la promesa. En los momentos en los que los creyentes judíos fueron perseguidos, la memoria de la liberación milagrosa de los tres jóvenes en Babilonia, les infundió valor.
Pensamiento: Jesús anticipó a los suyos su próxima Pasión, para que cuando sucedieran los hechos, no perecieran.
Propuesta: Ejercita la buena memoria, y atrévete a bendecir a Dios en los momentos difíciles, con ello anticipas el gozo de la Pascua.
Cuestión: ¿Absolutizas el desierto, la prueba, el dolor, cayendo en la tristeza, o te atreves a permanecer con paz y hasta con alegría, sabiéndote conducido por Dios hacia la Tierra de la Promesa?
X.- Jesús es despojado de sus vestidos

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