I Domingo de Cuaresma
“Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestros gritos, miró nuestra indefensión, nuestra angustia y nuestra opresión. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y prodigios, y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel” (Dt 26, 7-9).
Haz memoria de la historia de Dios contigo, y sé agradecido.
El desierto se convierte en tierra que mana leche y miel, gracias a la misericordia de Dios.
Pensamiento: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”.
Propuesta: Reconoce a quien es tu único Señor.
Cuestión: ¿De qué te alimentas espiritualmente?
V Estación, el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz.

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