El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha ordenado sacerdotes a tres frailes dominicos: Marcos Julio, Rafael y Stephen. Una ceremonia que ha completado el aforo permitido en el templo, y que ha contado con la presencia no sólo de numerosos sacerdotes diocesanos, sino también de una buena representación de frailes dominicos de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario, una de las más nutridas y relevantes dentro de la Orden de los Predicadores. Su territorio recoge las realidades de Japón, Filipinas, Macao, Venezuela, Taiwan, Roma y España.
La ordenación desde el monasterio de Santo Tomás, en el día en el que se celebra la solemnidad de la Traslación de santo Domingo de Guzmán, se pudo seguir vía online para poder trasladar la celebración eucarística a las familias de los tres nuevos presbíteros ya que se da la circunstancia, tal y como informan desde la diócesis de Ávila, de que fray Marcos proviene de Venezuela, mientras que fray Stephen es natural de Birmania, la actual Myanmar.
El pasado mes de noviembre, el obispo de Ávila y ex secretario general de la Conferencia Episcopal Española, había ordenado diáconos tanto a fray Marcos como al sevillano fray Rafael, que han venido realizando diversas tareas pastorales en este convento dominico desde entonces. A ellos se les ha unido fray Stephen Saw, que fue ordenado diácono el verano pasado en Hong Kong.
A los tres, Gil Tamayo les ha pedido que sean «sacerdotes todoterreno, pero sobre todo pastores que sepan escuchar a su pueblo». Asimismo, agradecía su generosa respuesta a la llamada de Dios y su generosidad al responder a esa invitación a entregar su vida al servicio de los demás y la predicación del Evangelio. Y quiso agradecer también a las familias de los tres nuevos sacerdotes por haber apoyado, comprendido y acompañado su importante decisión vital.
