El Papa ha subrayado «que es un deber ineludible» de todos los que tienen alguna responsabilidad educativa en la familia, en la parroquia, en la escuela, en los lugares de recreo y deporte, «para proteger y respetar a los adolescentes y jóvenes que se les confían, porque es precisamente en esos lugares donde se producen la mayoría de los abusos».
En España, el 20 de noviembre, Día Internacional del Niño
Los obispos españoles se suman a esta celebración el día 20 de noviembre. Así, la Conferencia Episcopal Española se sumó a la petición del Santo Padre, haciendo coincidir la fecha con el Día Universal del Niño. En las celebraciones eucarísticas de este día, se introducirá una intención en la oración de los fieles por las víctimas de los abusos de menores.
El 20 de noviembre en memoria de la Declaración de los Derechos del Niño de 1959 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de la Convención sobre los Derechos del Niño, texto acordado el 20 de noviembre de 1989, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países firmantes. Se trata, este último, del tratado internacional más ratificado de la historia.
«Orar por las víctimas de abuso sexual»
Los obispos españoles elaboraron el subsidio litúrgico en el que se lee la siguiente admonición de entrada:
«La Iglesia en España quiere dedicar este día de la Jornada Universal de la Infancia a la oración y la penitencia por las víctimas de abusos sexuales. Por ello, los cristianos elevamos nuestras súplicas hoy especialmente por los niños y los jóvenes para que todos tengan un hogar donde puedan crecer y desarrollarse en paz y armonía. Así mismo, recordamos con especial cariño a quienes han sufrido cualquier clase de abuso físico o moral; oramos por ellos, para que puedan reponerse y recuperen la confianza, la alegría y la esperanza. Con un sentido fuertemente penitencial pidamos especialmente perdón por lo abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles de la Iglesia y oremos también al Señor de la vida para nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades y para que conceda a todos los miembros de la Iglesia un mayor sentido de responsabilidad respecto a los menores de edad a ellos confiados».
