El prelado se ha dirigido a profesores, alumnos y personal, animándoles a continuar fomentando el bien común
Este viernes ha tenido lugar la Apertura del Curso Académico 2023-2024 en la Universidad de Navarra. La Misa del Espíritu Santo realizada en el Oratorio del Edificio Amigos ha estado presidida por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez.
El prelado ha comenzado su homilía indicando que «Dios nos habla de la Luz que es Jesucristo y que ha venido para llenarnos de su Luz. Para lucir y no para lucirnos. Nos hemos preparado bien y con hermosos trajes o vestidos que nos favorecen para festejar el inicio del curso. Y esto es hermoso. Ahora bien la luz de la que habla Jesucristo y a la que se refería es aquella que no simplemente comunica iluminación externa, sino que se convierte en un fulgor interno que ilumina nuestra vida interior y espíritu».
«No quedarnos parados ante ideologías falaces»
Francisco Pérez ha continuado explicando que «no debemos quedarnos parados y narcotizados por lo que impulsan las ideologías falaces e irritables del momento puesto que pasarán como nubes acolchonadas en la nada». Además ha parafraseado a San José María Escrivá, quien decía que «llenar de luz el mundo, ser sal y luz: así ha descrito el Señor la misión de sus discípulos. Llevar hasta los últimos confines de la tierra la buena nueva del amor de Dios. A eso hemos de dedicar nuestras vidas, de una manera o de otra, todos los cristianos. Diré más. Hemos de sentir la ilusión de no permanecer solos, debemos animar a otros a que contribuyan a esa misión divina de llevar el gozo y la paz a los corazones de todo el género humano».
Ha reflexionado sobre si somos mediación de la luz que Jesucristo nos regala para ponerla encima y no situarla debajo oculta. «No actuamos por nosotros mismos sino en nombre del Señor. Aquí se nos invita a dejarnos llevar no por la corriente efímera de la vergüenza sino por la gracia de Dios que nos impulsa a ser testigos valientes».
«Seguir mostrando la belleza de la fe»
Además, se ha dirigido a todos los presentes afirmando que «no olvidéis que el Señor está al acecho de vuestras experiencias de vida para que no os falte la valentía de seguir mostrando la belleza de la fe. Esta Luz nunca se apagará puesto que tiene su fuente en Cristo y permanece eternamente en la Eternidad de Dios que nos abrazará, si hemos sido coherentes y responsables, en el Amor Infinito».
Por último se ha dirigido a profesores, alumnos y personal que trabaja en esta la Universidad. «Lleváis muchos años haciendo tantísimo bien a aquellos que se forman en las diversas ciencias y, sobre todo, que los dais claves fundamentales para que sean ejemplo del auténtico humanismo que se fundamenta en Dios. Bien lo decía el Papa Benedicto XVI: “Un humanismo sin Dios, es un humanismo inhumano”. Os recuerdo en mi plegaria todos los días y ruego a Santa María la Virgen que cubra con su manto a todos y que Ella os fortalezca en los momentos de fragilidad para que sigáis siendo vivo carisma de aquel que fundó esta Universidad, San José María Escrivá».
