Tercer domingo de Adviento. Día soleado y ventoso en Roma. Domingo de alegría, con más presencia de la habitual en la Plaza de San Pedro. Muchos de los presentes eran niños con figurillas del Niño Jesús para que las bendijera el Papa, como es habitual en esta jornada. Y también, numerosos fieles de países latinoamericanos, doblemente felices por ser hoy, 12 de noviembre, la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América. A la Guadalupana se le ha rezado y cantado en esta mañana (con mariachis incluidos), antes (con el rezo del Rosario) y después de la oración mariana del Ángelus.
«La Virgen de Guadalupe y San Juan Diego —ha dicho el Papa en español desde la ventana del palacio apostólico— nos enseñan siempre a caminar juntos desde las periferias hasta el centro, en comunión con los sucesores de los apóstoles, que son los obispos, para así ser buena noticia para todos». El Papa ha invitado a los fieles a preparar ya el Jubileo Guadalupano del 2031 y el Jubileo de la Redención de 2033.

Una jornada festiva, sin embargo, aguada por los vientos de conflicto armado que soplan otra vez desde Ucrania. Francisco ha expresado su preocupación por la situación y ha advertido que «las armas no son el camino». Desde hace unos días, Rusia ha concentrado grandes cantidades de tropas en la frontera. El presidente estadounidense Joe Biden ha advertido a Vladimir Putin esta misma semana de que habrá fuertes sanciones en caso de acciones militares.
«Deseo asegurar mi oración por la querida Ucrania, por todas sus Iglesias y comunidades religiosas y por todo su pueblo, para que las tensiones se resuelvan a través de un serio diálogo internacional y no con la armas», ha dicho. «Me causan tanto dolor las últimas estadísticas que he leído: Este año se han fabricado más armas que el año pasado. Las armas no son el camino. Que está Navidad traiga a Ucrania la paz».
El Santo Padre ha rezado también por las víctimas de la ola de tornados que en las últimas horas ha azotado Kentucky y otras partes de los Estados Unidos. Se cree que solo en ese Estado las víctimas mortales podrían llegar al centenar.
«¿Cómo puedo yo contribuir al bien de la Iglesia y de la sociedad?»
Antes, el Pontífice ha comentado el Evangelio de la Liturgia de este tercer domingo de Adviento, que presenta a varios grupos de personas —la multitud, los publicanos y los soldados— que se conmueven con la predicación de Juan el Bautista y le preguntan qué deben hacer (Lc 3, 10). Al hilo de esa pregunta, ha explicado que nosotros, en el Adviento, también debemos «detenernos y preguntarnos cómo podemos preparar la Navidad», el nacimiento del Niño Dios. «Estamos ocupados con tantos preparativos, para regalos y cosas que pasan, pero preguntémonos qué debemos hacer por Jesús y por los demás».
El Papa ha recordado que la vida «no es algo sin sentido» y «no se deja al azar», pues se trata de «un regalo que el Señor nos da». «Cada uno de nosotros es una misión a cumplir», ha dicho antes de invitar a los fieles a preguntarse cómo pueden contribuir al bien de la Iglesia y de la sociedad.
«La fe se encarna en la vida concreta. No es una teoría abstracta y generalizada, toca la carne y transforma la vida de cada uno», ha recordado. De ahí su interpelación. «Hagamos un compromiso concreto, aunque sea pequeño, —ha pedido— que se ajuste a nuestra situación de vida, y llevémoslo adelante para prepararnos en esta Navidad. Por ejemplo: puedo llamar por teléfono a esa persona que está sola, visitar a aquel anciano o aquel enfermo, hacer algo para servir a los pobres, a los necesitados. Más aún: quizás tenga un perdón que pedir, una situación que aclarar, una deuda que saldar. Quizás he descuidado la oración y después de mucho tiempo es hora de acercarse al Señor. ¡Busquemos una cosa concreta y hagámosla».

Felicidades a Cáritas Internacional
El Papa, por último, ha felicitado también a Cáritas Internacional, que en el día de hoy cumple setenta años. La institución eclesial, que engloba a 162 Cáritas nacionales, lleva siete décadas siendo «la mano amorosa de la Iglesia para los pobres y los vulnerables». «Os invito —ha dicho Francisco a sus miembros— a continuar vuestro servicio con humildad y creatividad, para llegar a los más marginados y fomentar el desarrollo integral como antídoto a la cultura del descarte y de la indiferencia. (…) Queridos amigos de Cáritas Internacional, seguid con vuestra labor de racionalizar la organización para que el dinero no vaya a las organizaciones sino a los pobres. Agilicen bien esta organización».
Cáritas Internacional lanza este lunes, 13 de diciembre, una campaña global inspirada en las encíclicas Laudato si’ y Fratelli tutti.
