El Papa Francisco ha pedido hoy en su misa diaria por todos los pastores de la iglesia «para que el señor, que los ama tanto, nos hable siempre y nos diga cómo son las cosas, nos explique y nos enseñe a no tener miedo del pueblo de Dios, a no tener miedo de estar cerca de ellos».
En su homilía en la iglesia de Santa Marta, el Pontífice ha explicado que «una de las cosas que más amaba Jesús era estar con la gente, también esto es un símbolo de universalidad de la redención, y una de las cosas que no les gustaba a los apóstoles era precisamente la gente, porque a ellos les gustaba estar solos con el Señor, escucharlo y escuchar todo lo que Él decía». Sin embargo, Jesús buscaba la cercanía con las personas «y trataba de formar los corazones de los pastores en la cercanía con el pueblo para servirlos. El Evangelio – ha indicado- está lleno de estos gestos de Jesús para hacer crecer a sus discípulos y convertirles en pastores del pueblo de Dios. Lo que son los obispos: pastores del pueblo de Dios».
«Es verdad que el pueblo de Dios a veces cansa al pastor» ha asegurado el Santo Padre. «Si es un buen pastor las cosas se multiplican, porque la gente siempre va donde el buen pastor por uno u otro motivo. Y Jesús enseña a los apóstoles en esta actitud pastoral qué es la cercanía al pueblo de Dios. El pueblo de Dios cansa, porque siempre pide cosas concretas, tal vez cosas equivocadas, pero cosas concretas, y el pastor debe acudir a todas ellas».
El corazón del pastor hace la pastoral
Francisco ha instado a no olvidar que «el poder del pastor es el servicio. Cuando se equivoca de poder se arruina la vocación y se convierte en administrador de gestos de iniciativas pastorales. La estructura no hace la pastoral, son los hombres, es el corazón del pastor lo que hace la pastoral».
Y ha insistido en que «esto es lo que Jesús nos dice hoy a todos los pastores: denles ustedes de comer. ¿Están angustiados?, denles ustedes consuelo. ¿Están perdidos?, denles ustedes un camino de salida. ¿Están equivocados?, ayúdenles ustedes a resolver sus problemas. El pobre apóstol siente que tiene que dar, dar, dar y ¿de quien recibe? Jesús nos lo enseña: del mismo del que recibía Él, que después de dejar a los apóstoles se iba a rezar». «Esta es la doble cercanía del pastor que Jesús trata de enseñar, y hacer entender a los apóstoles para que se conviertan en grandes pastores».
Además, en su oración habitual al inicio de la Eucarística, el Papa ha pedido por los profesores «que tienen que trabajar bastante para dar sus clases a través de internet y a través de otros medios. Y oremos también -ha dicho- por los estudiantes que deben de hacer los exámenes de un modo u otro».
