Los obispos franceses celebran desde ayer, 22 de febrero y hasta mañana, día 24, una Asamblea Plenaria sobre la pederastia. Se trata de un encuentro extraordinario que examina el drama de los abusos sexuales en la Iglesia y sus consecuencias pastorales para calibrar las «medidas definitivas» a adoptar en la próxima Plenaria, que tendrá lugar en marzo. La cita estaba programada desde el último pleno, celebrado de manera telemática del 3 al 8 de noviembre de 2020. El encuentro de ahora también se realiza por videoconferencia, aunque en un principio iba a ser presencial en Lourdes.
«¿Somos responsables de los actos cometidos por un clérigo hace cincuenta años?» o «¿Qué decir a la víctima que ahora reclama algo a la Iglesia?», son algunas de las preguntas a las que tratan de dar respuestas los obispos galos. Como telón de fondo, el espinoso tema del pago de indemnizaciones y la asunción de responsabilidades en casos muy antiguos.
Meses de trabajo
La Iglesia francesa lleva varios años trabajando en el tema de los abusos. Desde hace dieciocho meses, cuatro grupos de trabajo acometen proyectos relacionados con la reparación a las víctimas, el acompañamiento de los agresores, la prevención y el deber de recordar. Y hace ya casi tres años, en noviembre de 2018, aprobó la creación de una «Comisión independiente para esclarecer los abusos sexuales a menores en la Iglesia católica desde 1950». Conocida con las siglas CIASE, dicha Comisión tiene previsto entregar sus conclusiones en otoño de este 2021. Su presidente es una destacada personalidad: Jean-Marc Sauvé, de 72 años, vicepresidente honorario del Consejo de Estado y exsecretario general del Gobierno de cuatro primeros ministros: Alain Juppé, Lionel Jospin, Jean-Pierre Raffarin y Dominique de Villepin.
