La tradicional exposición de los 100 pesebres en el Vaticano ha vuelto este año. Se trata de una iniciativa promovida por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización y que se realiza en la Plaza de San Pedro. La exposición está abierta todos los días de 10 a 20 horas hasta el 9 de enero, Domingo del Bautismo del Señor.
En la exposición hay ciento veintisiete ejemplos, procedentes de 15 países de todo el mundo. Han sido seis meses de trabajos y obras procedentes de colegios, parroquias o seleccionados por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, que también este año ha supervisado el montaje de la exposición, abierta todos los días de 10 a 20 horas hasta el 9 de enero, domingo del Bautismo del Señor.
La infinita ternura de Dios
Vatican News ha realizado una entrevista al Padre Ómar López García, Oficial del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Ha afirmado que «el pesebre nos recuerda cuanto nos ama Dios que quiso compartir nuestra naturaleza, se abajó, se hizo uno como nosotros para que nosotros pudiéramos experimentar de una manera más palpable su amor. Y en cierto modo nos hace comprender que también nosotros podemos realizar en nuestra vida este plan salvífico de Dios, tal como somos, con nuestra sencillez, con nuestras fragilidades y para mejorarnos a nosotros mismos y hacer mejor el mundo en el que vivimos».
El signo del amor
«El significado del pesebre está ya contenido en el Evangelio, porque nos recuerda el misterio de la Encarnación. Cuando San Francisco quiso volver a proponer la primera representación del pesebre en Greccio, quiso que la gente sencilla pudiera casi tocar este misterio a través de la representación. Incluso hoy, desde el punto de vista de los signos, siempre es agradable poder tener una señal dentro del hogar que nos recuerde la extrema ternura de Dios que nos da la salvación en su hijo Jesús».
